Los representantes de los países del Mercosur mantuvieron un encuentro telemático el viernes por la tarde que resultó en la salida parcial de la Argentina del bloque regional.
El canciller Felipe Solá se opuso en minoría al avance de acuerdos de libre comercio con Corea del Sur, Canadá, India, Singapur y el Líbano por temor al impacto que pueda tener en la golpeada economía.
Para no quedar condicionado a nuevos acuerdos por el voto de la mayoría de los miembros resolvió la suspensión de su participación en el bloque, sin afectar los compromisos previos ya asumidos. De forma tal que todos los Acuerdos ya firmados como el celebrado durante el gobierno de Macri con la Unión Europea seguirán en vigencia.
Así se lo comunicó a Alberto Fernández, quien le había delegado ese posicionamiento de más cerrazón económica frente a la política aperturista de las relaciones internacionales bajo la gestión anterior.
Brasil, Uruguay y Paraguay tuvieron otro diagnóstico y consideraron favorable y necesaria avanzar con los acuerdos comerciales para fortalecer el alicaído comercio internacional. En cambio, Felipe Solá “dejó en claro que la incertidumbre internacional y la propia situación de nuestra economía aconsejan detener la marcha de esas negociaciones”, según un informe difundido horas más tarde por la Cancillería en el que reseña las minutas salientes de la posición argentina.
El ministro de Relaciones Exteriores “sostuvo que la integración regional es una forma de afrontar la pandemia global y sus consecuencias económicas y sociales. Es imperiosa en un mundo en el que los organismos internacionales predicen la caída del PBI en los países de mayor desarrollo, una disminución brusca del comercio global de hasta un 32 por ciento y un impacto imprevisible en la sociedad”.
También indicó que en su política interna la Argentina “se previene de los efectos de la pandemia mientras protege las empresas, el empleo y la situación de las familias más humildes”.
“Esta posición, transmitida a los socios del Mercosur, no surge de un capricho sino de una visión sobre el modo de fortalecer las relaciones con las naciones del bloque regional: la hermandad no solo es noble sino potente, y se funda en la reconstrucción del tejido social y productivo de nuestros países”, concluyó el reporte de la posición Argentina.