Un hombre que, según las autoridades, usó un tanque de oxígeno para matar a golpes a un paciente de Covid-19 en un hospital de California ahora enfrenta cargos por homicidio y crimen de odio, según informó la BBC. El motivo aparente del ataque es que la víctima comenzó a rezar en voz alta.
Los hechos ocurrieron el pasado 17 de diciembre, en el hospital Antelope Vally, de la ciudad de Lancaster, donde ambos estaban internados. La víctima, de origen hispano, murió al día siguiente.