El universo mediático, así como el científico, se vieron absorbidos ante el dato que emergió en las estadísticas de las muertes por el COVID-19: la mortalidad era exponencialmente más alta en casos de personas de sexo masculino que del sexo femenino. Si bien, ya se notó en varios artículos que no hay una causa única aislada, y que se debe a múltiples factores, la prestigiosa revista científica Scientific American entrevistó a un grupo de científicos, quienes avanzan en sus investigaciones con la idea de que la causa principal de estos números obedece a un comportamiento como factor específico: fumar.
“¿Por qué es que hay más personas sobreviviendo a la pandemia en Korea del Sur que en Italia?” se pregunta Anna Song investigadora de la Universidad de California. “En Korea, la prevalencia al tabaquismo en mujeres es muy baja, mientras que en Italia la prevalencia de tabaquismo es muy alta, y principalmente con hombres” indica.
A partir de esta observación, se conglomeraron investigadores abocados a evaluar el impacto del Covid-19 tanto en fumadores como en consumidores de cigarrillos electrónicos o ‘vaping’. Y aunque la investigación está aún en su etapa inicial, ya logró ciertos avances. Song resalta que muchos de estos descubrimientos dependen de revelaciones científicas pasadas. “En tiempos de Covid, donde todo ocurre velozmente con este nuevo virus, hay lecciones que podemos aprender de la ciencia” señala Song.
Anna Song, investigadora de la Universidad de California.
Antecedentes sobre el tabaco
Un equipo de investigadores que se abocó a estudiar el nexo entre fumar y la influenza durante las últimas décadas, Robert Tarran -que lideró tal proyecto- afirma que los resultados son contundentes. Los fumadores corren un riesgo capital.
“Los fumadores son doblemente propensos a contagiarse la influenza en contraste con los no-fumadores. Y si se contagian, las consecuencias también son mucho más severas”, advierte Tarran. En rigor, explica que “la razón por la cual esto ocurre, es que en su funcionamiento normal los pulmones tienen múltiples formas de deshacerse de los virus y las bacterias. Poseen antibióticos naturales, y formas innatas de auto-limpieza, que están presentes y funcionan todo el tiempo con la finalidad de mantener los pulmones sanos. Pero en los fumadores, estos procesos no están operando en niveles óptimos, así que hay altas posibilidades de que el virus y la bacteria penetre el tejido pulmonar profundo”.
“La mayoría de las personas tienen buenas defensas contra el Covid, un 80% va a sentir que tiene una gripe pero que están bien. Donde comienzan las complicaciones es cuando avanza a graves complicaciones pulmonares” agrega Song. “Fumar es un factor de riesgo que permite que esta enfermedad progrese, se vuelva grave y termine siendo letal” sostiene.
Robert Tarran, profesor de Biología Celular de la Universidad de Carolina del Norte.
Vaporizadores: el factor ignorado
Precediendo las investigaciones del Covid así como a las de la influenza, los efectos dañinos del tabaquismo son un hecho comprobado y replicado en la ciencia, así como reconocido en el sentido común. Sin embargo, los consumidores de cigarrillos electrónicos usualmente no se incluyen en el grupo de los fumadores regulares, afirman que su hábito es diferente. Sean Hannity, periodista para la cadena Fox News, llegó a afirmar que el vaping hasta podría proteger a las personas del COVID-19. No hace falta aclarar que no existe evidencia ni fundamento que sustenten tal aseveración.
“No hay datos que lo sugieran. No hay evidencia científica que consumir cigarrillos electrónicos proteja del Covid. De hecho, como científica, conjeturaría lo opuesto” resaltó la investigadora de la Universidad de California.
“Cuando comenzamos a hacer investigaciones sobre el consumo de cigarrillo electrónico, como tienen menos químicos comparados con los cigarrillos regulares, la predicción era que no tendría un impacto significativo en el cuerpo. Pero los estudios que realizamos en pulmones de ‘vapers’, vimos efectos importantes. Esto es la base misma de la ciencia biológica, uno no siempre puede predecir lo que va a ocurrir” observó Tarran, quien además estudió los efectos del vaping desde el 2013.
En éstas investigaciones corroboró que el impacto químico tiene un factor común: la nicotina. La nicotina daña los pulmones causando una producción de enzimas, llamadas proteasas, éstas son parte del sistema inmunológico de los pulmones pero en exceso se vuelven nocivas -un ejemplo, la enfisema es producto de este desequilibrio.
“Yo las llamo tijeras moleculares” dice Tarran sobre estas células “hemos descubierto que tanto vapers como fumadores tienen elevados niveles de proteasas en sus pulmones. También descubrimos que la nicotina era la causa de esto.”
Nicotina: la entrada al cuerpo del coronavirus
Científicos de la Universidad de George Mason, Jim Oldins y Nadine Kabbani, constataron que la reacción del cuerpo a la nicotina es aún más problemática ante el COVID-19, por su muy cercana relación a otro coronavirus que se esparció por diversas partes del mundo en el 2003: el SARS (siglas inglesas del Síndrome Respiratorio Agudo Grave). En marzo del 2003 el pánico tomó a la ciudad de Hong Kong cuando el nuevo virus se esparció por toda la ciudad, una de las más pobladas a nivel mundial.
“De repente, apareció un virus nuevo. Tiene un índice muy alto de fatalidad, no hay tratamiento. SARS penetra en las células epiteliales exactamente del mismo modo que lo hace el COVID-19 , se adhiere a la misma proteína, penetra en éstas células y causa estragos similares en los pulmones. La pandemia del SARS es muy relevante a lo que estamos experimentando hoy” describe Jim Oldins sobre sus resultados.
Lo que esa experiencia deja de aprendizaje en esta pandemia actual es que la nicotina ayuda a estos virus a atacar agresivamente a las células saludables.
“Las células pulmonares epiteliales tienen receptores para la nicotina, lo que ocurre cuando estas células entran en contacto con la nicotina es que se vuelven detectables para el virus y entonces tiene un ‘blanco’ más grande. De este modo, la nicotina vuelve a esas células epiteliales más vulnerables” desarrolla Oldins sobre el mecanismo específico del virus.
A partir de estas asociaciones, la investigadora Kabbani resalta sobre el peligro que implica “hay una población de riesgo alarmante, los vapers. Los índices de vaping en jóvenes es muy alto, así que estamos muy preocupados por ese grupo.”
“La ciencia sobre el vaping es relativamente nueva, pero lo que está emergiendo es que no es una opción tan sana como todos suponíamos. No estaría sorprendida si empezamos a ver resultados no deseables en relación al Covid” acotó Kabbani.
Mientras continúa el debate científico sobre la comprensión de estas conexiones, en Estados Unidos desde la F.D.A. (Administración de Alimentos y Medicamentos) hasta el alcalde de Nueva York están advirtiendo sobre los peligros que implican. Así alertó el alcalde Bill de Blasio a la población neoyorquina: “Si eres fumador o vaper, eso te vuelve más vulnerable. Si fumas o vapeas, este es el momento ideal para que dejes ese hábito y nosotros te ayudaremos”.