Tras la ratificación parlamentaria que obtuvo esta semana, y mientras continúa la búsqueda de aliados de centro para agrandar la coalición oficialista, el premier italiano Giuseppe Conte inició una apertura gradual de su gestión en temas clave como el reparto de una millonaria caja para la pospandemia, la relación con Estados Unidos y el control de los servicios de inteligencia.
Luego de la crisis política generada la semana pasada por la salida del Gobierno del grupo Italia Viva del expremier Matteo Renzi, que aportaba dos ministras, 30 diputados y 18 senadores, Conte logró esta semana el «voto de confianza» del Parlamento para continuar a cargo del Ejecutivo.
Sin embargo, al alcanzar la mayoría absoluta en Diputados, con 321 apoyos de los 630 miembros, pero una mayoría simple en el Senado, con 156 votos a favor de los 321 integrantes, la apuesta del premier pasa por «agrandar la coalición» y convocar nuevos sectores que le aporten, al menos, los cinco senadores que necesita para llegar a los 161 legisladores que representan la mitad más uno
En esa línea, Conte inició un giro en tres áreas clave de su gestión, como el manejo y la gestión de los 209.000 millones de euros que el país recibirá de la Unión Europea (UE) para hacer frente a la pospandemia, a los que están atados varios proyectos clave de la administración.
Así, el premier se reunió con los principales sindicatos del país, a quienes escuchará para introducir modificaciones al plan original de la gestión de los fondos, informó la cadena RAI.
Del mismo modo, Conte, que había sido criticado por Renzi por no dar al Parlamento la decisión sobre el destino de los fondos agrupados en el denominado «Recovery Plan», se reunirá el lunes con las cámaras patronales del país, incluida la poderosa conferencia industrial italiana, Confindustria, para recabar sus opiniones de cara a la gestión de los 209.000 millones.
Otro de los puntos sobre los que Renzi había puesto la mira, y sobre la que Conte empezó a virar de opinión apenas ratificado, es la designación de un encargado de los servicios de inteligencia, una función que históricamente los primeros ministros del país delegaban pero que Conte había decidido conservar para sí.
De esta formas, el Gobierno hizo oficial hoy la designación como nuevo responsable de la inteligencia italiana del ex consejero diplomático del premier Piero Benassi, también exembajador en Túnez durante las protestas de la denominada primavera árabe y jefe de Gabinete de la Cancillería durante la primera parte del Gobierno de Renzi.
En otro plano, Conte inició desde esta semana un viraje hacia una política exterior más amigable con Estados Unidos, luego de haber tenido varios acercamientos con el Gobierno del expresidente Donald Trump, especialmente durante su primer Ejecutivo, entre 2018-2019.
Así, Conte hizo varias referencias a la amistad con Estados Unidos en el Parlamento, y dedicó un tuit a plantear que «Italia está pronta a afrontar con EEUU los desafíos de la agenda común internacional».
Fuente: Telam