Una biblioteca que creció al calor del debate parlamentario

Dia uno
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Si bien el aborto atraviesa la producción de textos de género porque articula un reclamo compartido dentro de un amplio movimiento, cuando en 2018 se empezó a debatir el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, la problemática consolidó una biblioteca propia de libros de no ficción, con títulos que surgieron para fijar desde distintas perspectivas un reclamo que hoy vuelve a la agenda pública a partir del proyecto enviado al Congreso por el Poder Ejecutivo.

El año 2018 fue bisagra para los feminismos en Argentina: el debate en el Congreso de la Nación hizo que el aborto dejara de ser tabú para ser un grito, palabra, perfomance, investigación, reclamo popular, bitácora. Lo que pasó en el recinto y en las calles tuvo su eco en la producción editorial de los últimos dos años, que lanzó novedades y reediciones para dimensionar la problemática desde la salud, lo jurídico, la igualdad y la militancia, y evidenciar la urgencia de terminar con su criminalización.

Uno de los libros que se acaban de publicar y que tiene una potencia enorme por sus aportes teóricos y reflexivos pero también por quien lo escribe es «Del aborto y otras interrupciones. Mujeres-psicoanálisis-política» de Martha Rosenberg, psicóloga, médica y una de las pioneras de las luchas por el aborto, integrante del Foro por los Derechos Reproductivos y de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

Se trata de una «biografía intelectual» -como la llama Diana Maffia en el prólogo- porque reúne textos, coloquios, intervenciones y columnas de opinión en distintos medios que Rosenberg fue desarrollando desde la década del 80 hasta la actualidad, un conjunto de escritos que reflejan «un mapeo posible del camino recorrido», define la autora a los escritos de este libro publicado por el sello Milena Caserola.

Entre la teoría y la práctica militante, estos textos dialogan desde el psicoanálisis, el derecho y la política con una genealogía feminista local y latinoamericana -también en diálogo con los feminismos de otras latitudes- y reflejan el pensamiento de su autora en un amplio margen de tiempo, con textos que indagan sobre las relaciones de género, el binarismo, la violencia, el trabajo reproductivo, la maternidad y otra infinidad de temas, que se despliegan en las 500 páginas del volumen.

El libro expone un recorrido individual que refleja el andar de una lucha colectiva. Siempre en las calles con su pañuelo verde -incluso en el libro se incluye una selección de fotos que testimonia esa praxis- Rosenberg fue una de las oradoras en las reuniones informativas de plenario de comisiones cuando se debatió la interrupción voluntaria del embarazo en 2018.

Este libro puede resumirse como la síntesis de un recorrido político, intelectual y profesional donde posa su mirada sobre un tema urgente. el aborto, al que define como «una práctica contra-hegemónica, contra-cultural, a pesar de que las mujeres que abortan no tengan la conciencia de que están resistiendo y desafiando la actividad maternal, prescripta como identidad esencial del género femenino. Identidad abyecta e ininteligible desde la perspectiva patriarcal heteronormativa que designa la maternidad como esencia de todo cuerpo femenino».

Otro volumen que salió en el último tiempo es «Dicen que tuve un bebé. Siete historias en las que el sistema judicial encarcela mujeres y a casi nadie le importa» (Siglo XXI) de María Lina Carrera, Natalia Saralegui Ferrante y Gloria Orrego-Hoyos, que rompe con el mito de que en la Argentina no hay mujeres privadas de su libertad por interrumpir embarazos y muestra la «la existencia y extensión de la criminalización de mujeres por hechos ni voluntarios ni punibles en nuestro país», como indican.

Después de una larga investigación en la que se encontraron con decenas de casos en distintos lugares del país, las autoras decidieron contar historias que reconstruyen esos expedientes a partir de lecturas críticas de esos textos ilegibles para quienes no ejercen el Derecho y con entrevistas a sus protagonistas, para reflejar el nivel de persecución judicial sobre estas mujeres con «calificaciones arbitrarias y hasta bajo figuras penales inexistentes».

«El bien jurídico tutelado no es la infancia, la vida en general ni la de las personas gestantes en particular, como se suele afirmar. El poder de los cuerpos para decidir si gestar es lo que desencaja el poder de control del Estado y desata su obsesión punitiva. Todo parto es político. Todo aborto también», escriben las autoras en el libro cuyo título retoma una de las declaraciones que dijo una de las mujeres injustamente privadas de su libertad.

Esa publicación dialoga directo con «Somos Belén», de Ana Correa que aborda el caso de la joven tucumana condenada en 2014 a ocho años de prisión tras sufrir un aborto espontáneo en un hospital público. La reconstrucción de la historia recupera el testimonio de Belén -nombre ficticio elegido para preservar su identidad- y del rol de la abogada Soledad Deza, que logró que el caso sea revisado y que la chica recupere su libertad luego de dos años y cinco meses de prisión.

«Somos Belén» (Planeta), cuyo prólogo escribió la canadiense Margaret Atwood, fue presentado en noviembre de 2019 en la facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, en un acto donde participó de forma sorpresiva Alberto Fernández, presidente electo en ese entonces. «Queremos más libertad y derechos para todas», dijo el actual mandatario.

Este año también salió una reedición ampliada de la imprescindible «Historia de una desobediencia. Aborto y feminismo» (Capital Intelectual, editado por primera vez en 2014), de la activista y ensayista Mabel Bellucci, que repasa debates, luchas y conquistas de las corrientes feministas en la Argentina, donde el aborto se presenta como «el único lugar donde convergen todas las tendencias del feminismo».

Por otro lado, la socióloga Julia Burton analiza en «Desbordar el silencio, tejer complejidades» las acciones elaboradas por el movimiento feminista neuquino en los últimos años en la lucha por el derecho al aborto y traza un itinerario de articulación de demandas que permiten comprender y complejizar la mirada sobre el debate que llegó al Congreso en el 2018.

Esta posible biblioteca incluye títulos como «Aborto y la autonomía sexual de las mujeres» (Ediciones Didot) de Patricia González Prado en el que recupera los feminismos jurídicos y da cuenta de las principales decisiones de los más altos tribunales de justicia de la Argentina, Colombia, España y los Estados Unidos, y compara los fallos que develan los déficits interpretativos sobre el aborto.

También «¡Que sea ley!»de la periodista Florencia Alcaraz, que reconstruye la memoria y la historia de la lucha de los feminismos por conseguir el derecho al aborto para todas las personas gestantes, que va desde los antecedentes en los albores de la Democracia, las luchas previas a la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito hasta los tiempos decisivos del debate parlamentario.

En esa línea se inscribe «Seremos ley» (Sudestada), de Juana Luna, que narra las prácticas de socorrismo en La Plata y le pone palabras a la marea verde y vigilias del 13 de junio y del 8 de agosto en lo que la autora considera un año clave para los feminismos populares porque fue cuando «el aborto como realidad social dejó de ser un murmullo que había que silenciar, para pasar a ser un relato polifónico e intergeneracional cuya legalización se convirtió en bandera alzada con orgullo y convicción».

Fuente: Telam

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