Stand Up Paddle: la disciplina que invita a surfear las olas y cautiva a los turistas en Mar del Plata

Dia uno
Dia uno

El saliente rocoso del Cabo Corrientes, en la bahía Varese, se convirtió, desde hace muchos años, en uno de los lugares predilectos de los turistas y marplatenses que buscan practicar deportes acuáticos. Entre ellos sobresale el Stand Up Paddle, instalado desde hace varias temporadas en La Feliz, que año tras año consigue que más personas se animen a practicarlo.

El Stand Up Paddle, conocido en el ambiente del surf como SUP, es una modalidad del surfing que consiste en pararse sobre una tabla y propulsarse mediante un remo. “Yo empecé a practicarlo hace ocho años. Es un deporte en el cual no se rema como en un kayak o bote, tiene su propia técnica. Hace cuatro años que doy clases acá y en el Club Náutico de Mar del Plata”,

Coste es la única instructora certificada por la Asociación de Surf Argentina y quien dicta las clases de SUP. Las mismas se reservan en la Bajada Náutica Cabo Corrientes, lugar que funciona como guardería náutica y de tablas de surf.

“Las clases las reservo porque son grupos limitados. En inicial (aquellos que nunca hicieron SUP) tengo en cuenta el estado del mar y por eso es indispensable coordinar. Quienes salen por primera vez lo hacen con chaleco salvavidas. Si se entusiasman y quieren ir por más, deben aprender natación. Yo desde acá puedo desplazarme hacia otra playa, puedo ir al Torreón o Playa Grande, pero porque tengo un nivel avanzado. Si alguien no sabe nadar está más limitado por los espacios”, sostuvo Coste.

Toda la actividad se realiza en Cabo Corrientes, formación entre las playas Chica y Varese de Mar del Plata. “Es una zona con muchas olas, pero el riesgo se enfrenta sabiendo cuidarse. Cómo poner la tabla cuando viene de frente y cómo salir de la misma. Yo lo primero que enseño es a subirse a la tabla. No a pararse. No se sube desde cualquier lado, se sube del medio”, dijo Coste.

La instructora remarcó: “La primera clase se trata de aprender las partes del equipo, sostener el remo, ver técnicas de la remada y luego aprender a pararse. Yo los incito a caerse para aprender a subirse”.

Por otra parte, agregó: “Siempre hay público nuevo de todas las edades. La gente más grande es la más entusiasmada. Después de la cuarentena muchos se replantearon hacer cosas que no hacían o no se animaban. Este es un deporte de mar, limpio, sano, se utilizan todos los grupos musculares, el equilibrio. Todo el cansancio se compensa con la satisfacción de entrar en el agua”.

También destacó que “hay gente de hasta 70 años que viene y quiere probarlo. Quizá sin tanta continuidad. Pero buscan saber que pueden estar en el mar, parados y hacerlo. La satisfacción más grande que recibe la gente es que se pueden animar y practicar algo nuevo”.

En la entrevista, Coste hizo énfasis en que “es un deporte que puede practicar cualquiera”. Y para ello se extreman las medidas de seguridad. En agua plana (ríos, lagunas) es reglamentario ingresar con chaleco salvavidas. Sin embargo, en esta zona, en la cual yace una bajada náutica habilitada por Prefectura Naval Argentina, no lo es. Igualmente, quienes se inicien poseen la opción de requerir el chaleco para sentirse más seguros.

“La única medida de seguridad reglamentaria es un velcro que se agarra al tobillo y va atado a la tabla. Se llama pita. Es reglamentaria en cualquier espejo de agua. En las carreras, por ejemplo, si entrás sin pita te descalifican. Es indispensable para que no se caiga la tabla y también como medida de seguridad para el resto”, contó Coste.

El lugar no permite el alquiler de los equipos para practicar el SUP de manera recreativa. La instructora dijo que “cada clase dura una hora y media y cuesta $1.200 e incluye todo el equipo (tabla, remo, pita y neoprene). En ese tiempo se enseña desde cómo ponerse el traje de neoprene hasta distinguir el equipo. Y luego pasamos al agua, en donde estamos una hora aproximadamente”.

“Recomiendo practicarlo a la mañana hasta el mediodía y a la tarde. Se puede hacer todo el día, pero al mediodía hay mucha más gente en el mar. A veces salimos de noche del agua, es hermoso. La única prohibición es que haya rayos. Si hay truenos no nos metemos en el agua”, completó Coste.

Fuente: LaDataMix

Share this Article