Titanoboa: La Mostruosa Serpiente que Gobernó la Prehistoria de Colombia

Dia uno
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Es posible que no desees leer sobre esta criatura aterradora si sufres de ofhidiofobia, o incluso si estás a punto de embarcarte en un viaje de campamento. Los fósiles de Titanoboa muestran que fue la serpiente más grande del mundo. Vivió durante la época del Paleoceno, hace unos 60 millones de años, por lo que ahora estás a salvo de sus aplastantes huesos, pero la imagen de la enorme serpiente prehistórica que se desliza por Sudamérica sigue siendo aterradora.

Hasta ahora, el país sudamericano de Colombia tiene los únicos fósiles de la enorme serpiente. Es a través de estos pocos fósiles que los paleontólogos pudieron estimar el tamaño de esta criatura prehistórica. Esta estimación se usó luego para crear un modelo de tamaño natural de la Titanoboa, que se exhibió en 2012 en el Grand Central Terminal de Nueva York como promoción para el documental del Canal Smithsonian titulado Titanoboa: La serpiente mostruosa.

Una boa titánica

Titanoboa simplemente significa «boa titánica» y es un nombre apropiado para esta serpiente prehistórica. Según las estimaciones realizadas por los paleontólogos, podría haber crecido a una longitud de entre 42 pies y 49 pies (entre 12.8 metros y 14.9 metros) y haber pesado hasta un máximo de 2500 libras (1134 kg). Además, se considera que la parte más gruesa del cuerpo de la serpiente tenía un diámetro de 3 pies (0,9 metros).

Como comparación, se sabe que la anaconda, una de las serpientes más grandes en la actualidad, alcanza longitudes de más de 20 pies (6.1 metros) y pesa más de 500 libras (227 kg). La Titanoboa era obviamente un gigante en comparación con las serpientes más grandes que tenemos hoy.

Descubriendo a la Titanoboa

El descubrimiento de la Titanoboa se realizó durante la primera década del siglo XXI en Cerrejón, una mina de carbón en la parte norte de Colombia. La campaña que llevó al descubrimiento comenzó en 1994, cuando el geólogo colombiano Henry García encontró un fósil desconocido que etiquetó como «Rama petrificada» y lo colocó en una vitrina de la compañía de carbón.

En el 2003, un estudiante colombiano de geología con el nombre de Fabiany Herrera estaba en Cerrejón para un viaje de campo cuando descubrió restos de plantas fosilizadas. Como el área no había sido explorada previamente por los paleontólogos, pronto se organizó una expedición. Uno de los investigadores invitados a unirse a la expedición fue Scott Wing, curador de plantas fósiles en el Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian.

Fue Wing quien se dio cuenta de que el fósil de García no era de una planta. Envió fotos de él a otro experto, Jonathan Bloch, un paleontólogo de la Universidad de Florida. Fue Bloch quien identificó el fósil como parte de la mandíbula de un animal terrestre. Esta fue una noticia emocionante, ya que los fósiles de vertebrados terrestres de la época del Paleoceno no se habían encontrado en esa parte de América del Sur antes de esa fecha. Se creía que se encontrarían más fósiles de tales animales en el sitio, y esto resultó ser cierto.

Identificando la serpiente enorme

No fue hasta 2007, sin embargo, que se identificó la vértebra de un Titanoboa, cuando se estaba inspeccionando un envío de fósiles etiquetados como «cocodrilo». Cuando se hizo este descubrimiento, se realizaron nuevas expediciones con la esperanza de encontrar más vértebras de este animal. Finalmente, se recolectaron un total de 100 vértebras de serpiente de 28 animales. Con las vértebras, los paleontólogos pudieron hacer estimaciones sobre el tamaño de la serpiente prehistórica.

En 2012, se realizó otro descubrimiento importante sobre la Titanoboa. Esta vez, se encontró un cráneo de serpiente. Tal hallazgo fue extremadamente raro, ya que los cráneos de serpientes son muy frágiles y generalmente se deshacen después de que el animal muere.

Una de las peculiaridades de este cráneo es que tiene los dientes muy apretados, incluso más que las boas modernas. Esto ha llevado a los expertos a especular que la Titanoboa era un pescador especializado. Aún así, considerando su tamaño, la Titanoboa podría haberse aprovechado fácilmente de otros animales prehistóricas y los cocodrilos, que vivían en el mismo hábitat que esta serpiente.

Estos descubrimientos posteriores impulsaron la creación en 2012 del modelo de tamaño natural de la Titanoboa exhibido en la Terminal Grand Central de la ciudad de Nueva York para promover el documental Smithsonian Titanoboa.

Fuente: Acient Origins.

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