1 de cada 100 niños nace con una cardiopatía congénita en el mundo

Dia uno
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Las malformaciones en el corazón son la principal causa de muerte en menores de 1 año y sin embargo el 95% puede solucionarse con diagnóstico y tratamiento temprano.
“Las cardiopatías congénitas son malformaciones dentro del corazón en la etapa embrionaria, es decir cuando se está formando el feto dentro de la panza de su mamá”, la referente provincial del programa nacional de Cardiopatías congénitas, jefa de servicio de Cardiología del Hospital de Pediatría Fernando Barreyro y coordinadora de Cardiopatías congénitas del Instituto Gema y del área de Medicina Fetal, doctora Marcela Ivonne Woloszyn.

En cuanto a las causas, aseguró que no existe una en particular sino que es multifactorial aunque “influyen los extremos de la vida: la edad materna, la ingesta de algún tipo de fármacos, la mamá que tiene lupus, entre muchos otros”, mencionó. Asimismo, añadió que hay diversos tipos de cardiopatías que “pueden ir desde el caso más simple, hasta cardiopatías sumamente complejas”.

La importancia de la detección

Por ello, Woloszyn destacó la importancia de la detección precoz para un diagnóstico más temprano. En este sentido, celebró el avance tecnológico en el área de imágenes que contribuye al diagnóstico fetal, permitiendo que actualmente sea posible detectar la mayoría de las cardiopatías congénitas a partir de las 20 semanas de gestación.

Según dijo “más del 97% de las cardiopatías son tratables y corregibles. La sobrevida ha mejorado muchísimo: los pacientes que hace quince años atrás se morían a causa de una cardiopatía, hoy pueden vivir hasta pasada la cuarta década de su vida”.

Tengo pacientes que son un orgullo y una muestra de la evolución de la ciencia. Hay niños que nacen con un ventrículo único, hipoplasia de corazón izquierdo, trasposición de grandes vasos que nacen con arterias invertidas… son cirugías que hoy en día son habituales y permite que los pacientes vivan normalmente, a pesar de algunas complicaciones. Argentina es un país que tiene excelentes profesionales”, sostuvo.

“Llegado el momento, y dependiendo de la complejidad de la cardiopatía del paciente, se decide si es algo para controlar, si requiere un tratamiento o si debe someterse a cirugía”, dijo y agregó que “en base a eso, el paciente se podrá atender en la provincia o deberá recurrir a un centro de mayor complejidad”.

Al respecto, destacó que “por ahora, en Misiones podemos afrontar las cardiopatías simples porque, a pesar de que contamos con el personal idóneo, todavía no contamos con el equipamiento en el sistema público”.

 

Cardiopatías y desnutrición

Según explicó la referente, los pacientes con ciertos tipos de cardiopatías pueden desarrollar desnutrición. “Hay dos grandes grupos de cardiopatías: la cianótica y la acianótica. Las primeras se dan en los pacientes a los que le falta oxígeno. En cambio, en el otro grupo están los chicos que son hiperdinámicos y taquicárdicos. Entonces esos chicos son tan dinámicos que gastan más energía de lo normal y hacen trabajar el doble al corazón hasta que empieza a fallar. Al hacer trabajar más al corazón, el cuerpo del paciente consume mucha más energía y hace que estos chicos tengan mucha dificultad para poder aumentar de peso. Todo lo que consumen, lo gastan”, explicó.

Por ello, señaló que “cuando empiezan con estos problemas, hay que corregirlos rápidamente porque pueden tener serios problemas de nutrición”. Si se trata a tiempo, “controlando la causa, con el tiempo el chico empieza a tolerar mejor la alimentación y después puede llegar a tener una vida normal, pero en estos casos no hay que perder tiempo y trabajar de manera interdisciplinar”, concluyó.

 

Se retomaron los chequeos

Después de un 2020 tan complejo en materia de controles rutinarios, Marcela Woloszyn dijo a PRIMERA EDICIÓN que “a partir de fin de año pudimos ir volviendo de a poco a la normalidad”.

Sin embargo, señaló que “todavía hay mucha gente que tiene miedo y nos llama porque tiene miedo a concurrir pero son los menos”.

De todas formas, destacó que “nuestro sistema de trabajo permite tener cargada la lista de todos los pacientes y si vemos que durante seis meses la persona no asistió ni una sola vez al control, los intentamos localizar y saber cuál es la causa de la no concurrencia para tratar de ayudar”.

FUENTE: PRIMERA EDICIÓN

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