El sábado 9 de octubre, en horas de la tarde, la guardia de Bomberos Voluntarios de Iguazú recibe una denuncia de que un nene quedó preso (la cabeza) entre unos huecos de una pared de ladrillo en el Barrio Iprodha.
Rápidamente se dirige una dotación hasta el lugar, logrando sacar al niño de 5 años, mientras un grupo de bomberos trabajaba en el interior de la casa, tratando de sacarlo, dirigido el trabajo por el Cabo Burgos, Catriel, otro Bombero desde afuera tranquilizaba al menor para que se mantenga quieto y no se ponga nervioso y se moviera.
El niño es retirado sin ningún tipo de lesiones visibles, pero igualmente es trasladado al hospital de la ciudad para un mayor chequeo médico.
El menor fue revisado en el hospital y dado de alta sin ningún tipo de lesiones.