Al filo del final del año, Mariano Macri les envió cartas documento a sus hermanos y sobrinos quienes, igual que él, son accionistas de la empresa SOCMA, para que le den acceso a los libros y documentos sobre operaciones relacionadas con el Correo Argentino, y en las que exige que pongan fin a «cualquier tipo de maniobra de ocultamiento y de traspaso de bienes que integran el patrimonio societario». También requirió información sobre la deuda con el Meinl Bank, el banco austríaco que compró la mayor parte de la deuda privada del Correo en términos dudosos, contrarios a sus propios intereses, y que fue acusado de lavado de dinero e inhabilitado para operar. Mariano, el menor de los Macri, denunció distintas estrategias de vaciamiento de la empresa que es pilar del grupo empresario en la última asamblea de accionistas donde llevó su propio escribano porque sucedió lo que imaginaba: el resto de los socios y directivos impidieron que quedara constancia de su planteo en el acta oficial.
Para entender las razones del vaciamiento, que ya en 2017 denunció por primera vez la fiscala Gabriela Boquin, hay que mirar el expediente donde fue declarada la quiebra del Correo ya que, en caso de quedar firme, la empresa que debería responder con su patrimonio es SOCMA. Además el Estado argentino, como acreedor damnificado, pidió la extensión de la quiebra a las accionistas mayoritarias, que son SOCMA y SIDECO. La estrategia previsible es que digan que no tienen nada con que responder, después de haber reciclado sus negocios. La quiebra fue declarada por la jueza Marta Cirulli el 5 de julio del año pasado y, como fue apelada, ahora está en la Cámara Comercial. Los Macri intentaron que interviniera un tribunal aliado, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Ciudad de Buenos Aires, y hasta lograron que la Legislatura votara una ley a medida. Esa discusión por la competencia de la corte porteña, que atinó a meterse por la ventana, está pendiente en la Corte Suprema de la Nación.
Qué dicen las cartas documento
Mariano Macri tiene el 20 % de las acciones de SOCMA; mientras que el accionista mayoritario es Gianfranco, con el 40%; otro 20% pertenece a Florencia Macri y el 20% restante es de los hijos de Sandra Macri (quien falleció), Rodrigo y Franco. Mauricio Macri no aparece en los papeles, pero es evidente su papel detrás de escena. No figura porque desprendió de las acciones que tenía: las había cedido a sus hijos (Agustina, Gimena y Francisco), y luego estos en 2017 a Gianfranco.
Las cartas documento de Mariano, además de estar dirigidas a sus familiares fueron enviadas a los directores de SOCMA Edgardo Próspero Poyard, Ezequiel Fernando Viejobueno y Jaime Cibils Robirosa, así como a los síndicos Julio Lobbosco y Marta Elizabhet Lira, al CEO Leonardo Maffioli, que también se ocupa del management. Como accionista, él parte de la base de que las maniobras terminarán perjudicándolo. Ante la justicia civil ya había impugnado asambleas y denunció que le impedían acceso a los balances –los de 2017 y 2018 fueron cuestionados por la Inspección General de Justicia (IGJ)– y a las actas de directorio. Con un planteo similar se presentó como querellante en la causa penal, a cargo de Ariel Lijo, sobre el acuerdo para licuar la deuda del Correo Argentino y favorecer al grupo empresario durante el gobierno de Cambiemos.
Fuente: Página 12