La demanda de combustible en Iguazú se disparó por la llegada de turistas y la afluencia de brasileños atraídos por los precios más bajos. Primero fueron las colas, luego directamente desabastecimiento. La situación no afecta solo a automovilistas, también a hoteleros que necesitan combustible para sus generadores de energía. Estacioneros afirman que las petroleras retacean el suministro.
La falta de combustible solía ser un problema esporádico en el norte de Misiones, pero desde la reapertura de las fronteras se agravó y con la llegada masiva de turistas, especialmente en la segunda quincena de enero, se convirtió en un verdadero drama que afecta no solamente a automovilistas y transportistas, sino también a hoteleros. El problema será planteado al Jefe de Gabinete, Juan Mazur que el lunes a Posadas.
Con la apertura de las fronteras, llegaron las extensas filas frente a los surtidores y las demoras obligaron a los vecinos de Iguazú a trasladarse a ciudades cercanas, como Puerto Libertad, Wanda o Puerto Libertad.
Pero la llegada en masa de turistas desde los primeros días de enero agudizó el problema y la escasez de combustible dejó de ser algo esporádico para convertirse en una constante que se extendió desde Iguazú hasta Puerto Libertad.
Por estos días la situación llegó al extremo de afectar a los hoteles que dependen del combustible para alimentar a sus generadores de energía, necesarios para disimular los constantes problemas de suministro eléctrico en la Ciudad de las Cataratas.
Con temperaturas superiores a los 40 grados, varios hoteles se vieron ante la necesidad de interrumpir el suministro de energía a sus huéspedes porque no tenían combustible para sus generadores.
Los propietarios de estaciones de servicios responsabilizan por la situación a las petroleras, que no entregan la cantidad suficiente de combustible para abastecer la mayor demanda que se genera en la temporada de verano.
“Hace tres o cuatro meses reportamos que faltaba gasoil, no así las naftas ya que no estaban abiertas las fronteras y no podían venir nuestros vecinos paraguayos o brasileños a cargar porque el precio está menos de la mitad de lo que vale un litro allá. Ahora se agravó porque la demanda es cada vez mayor por los turistas, por los vecinos y en Misiones porque la actividad económica se reactivó mucho antes”, explicó Faruk Jalaf, titular de la Cámara de Estaciones de Servicio y Afines del Nordeste Argentino (Cesane).