La Sociedad Argentina de Pediatría (Sap) emitió una alerta por los bajos índices de vacunación contra enfermedades como sarampión, difteria, la hepatitis B, la tos ferina, poliomielitis, rubéola y el tétanos, entre otras patologías que se previenen con vacunas disponibles en la provincia y el país. Está situación se vio agravada por la pandemia de Covid-19.
“Las vacunas benefician tanto a las personas vacunadas como a las personas no vacunadas y susceptibles que viven en su entorno por el beneficio de la ‘inmunidad de rebaño’. Mediante las vacunas se logró erradicar la viruela, se está finalizando la erradicación de la poliomielitis en el mundo, el sarampión ha dejado de ser un problema frecuente en nuestro medio, no tenemos casos de difteria y otras enfermedades están siendo controladas como la tos ferina, el tétanos, la hepatitis A y las meningitis meningocócicas”, afirmó la médica pediatra Florencia Lución, presidenta de la Subcomisión de Epidemiología de la SAP.
Para la médica infectóloga pediatra del Comité de Infectología de la SAP, Elizabeth Bogdanowicz, la vacunación es una de las herramientas más importantes de Salud Pública para el control de las enfermedades inmunoprevenibles. “Se requieren coberturas elevadas, homogéneas y sostenidas para mantener los logros y afrontar los desafíos de la prevención y eliminación de las enfermedades prevenibles por vacunación. Se considera que para que las coberturas de vacunación sean óptimas deben superar el 95%”.
Los principales riesgos asociados a la baja en las coberturas son la reemergencia de viejas enfermedades eliminadas en la región, como polio, tétanos neonatal, sarampión, rubéola y síndrome de rubéola congénita, y el aumento de casos de las enfermedades controladas como resultado de la vacunación masiva, como la hepatitis A, enfermedades invasivas por Haemophilus influenzae tipo b (Hib), coqueluche, difteria y tétanos.
“En la Argentina, gracias a la vacunación, no se registran casos autóctonos de sarampión desde el año 2000, de rubéola congénita desde 2009, poliomielitis desde 1984, difteria desde 2006, tétanos neonatal desde 2007 y se redujeron en más del 96% los casos de trasplante hepático por el virus de la hepatitis A. Si no tomamos medidas urgentes y se mantienen los descensos en los niveles de inmunización, estos logros pueden retroceder rápidamente”, advirtió Lución.
Desde la Sociedad Argentina de Pediatría afirman que las vacunas más afectadas en nuestro país por esta disminución de las coberturas son la quíntuple (que protege contra coqueluche, tétanos, difteria, hepatitis B y enfermedad invasiva por Haemophilus influenzae b), la polio inactivada, el rotavirus (que previene cuadros diarreicos severos), el neumococo (prevención de neumonías y meningitis), la triple viral (sarampión, rubéola y parotiditis), la hepatitis A, varicela y meningococo (protege contra meningitis causadas por 4 tipos de meningococo: A, C, W e Y).
Respecto los adolescentes, la más afectada es la vacuna contra el VPH (prevención de lesiones genitales y cáncer cervical), meningococo y los refuerzos correspondientes a difteria, tétanos y coqueluche; todas ellas incluidas en el calendario nacional de inmunizaciones, que es gratuito y obligatorio
“Lamentablemente, todos estos factores impactan negativamente sobre los niveles de vacunación y cada uno representa una verdadera oportunidad de inmunización perdida. Necesitamos trabajar para lograr alcanzar un mundo en el que todos los individuos y comunidades disfruten de una vida libre de las enfermedades que son prevenibles mediante vacunación”, concluyó Bogdanowicz.
Fuente: el territorio