Las importaciones de gas y combustibles alternativos superarán los 6000 millones de dólares este año. El Gobierno ya admite que el conflicto de Ucrania y Rusia tendrá efectos decisivos en los precios de la energía y su impacto se sentirá fuerte en el invierno.
Así lo anticipó en exclusiva El Cronista el 4 de enero de este año: la crisis energética mundial complicó la discusión con el Fondo Monetario Internacional (FMI), por la mayor necesidad de aumentar las tarifas muy por encima de la inflación o que crezcan los subsidios, en contra del pedido del organismo.
El déficit comercial energético se ampliará en 2022 y se complicará el objetivo de acumular reservas internacionales para fortalecer al Banco Central y pagar la deuda con el FMI.
Por la invasión de Rusia a Ucrania y la guerra militar y comercial que desató Europa y Estados Unidos para sancionar a Vladimir Putin, la Argentina le pidió al organismo que contemple especialmente excepciones (waivers) si no cumple distintas metas a causa de las turbulencias económicas mundiales.
En una entrevista a la AM 1420 Con Vos, el presidente de la empresa estatal Integración Energética Argentina (IEASA, ex Enarsa), Agustín Gerez, indicó que están estimando destinar al menos u$s 4000 millones para las compras de Gas Natural Licuado (GNL) en 2022, sobre un cálculo de aproximadamente 65 barcos distribuidos entre las dos terminales de regasificación, en Escobar y Bahía Blanca.