Científicos descubren una nueva especie de abeja con un particular hocico de perro

Dia uno
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El descubrimiento de nuevas especies no deja de sorprender al mundo y así fue como un grupo de investigadores de la Universidad de Curtin, Australia, ha descubierto una abeja nativa, que fue bautizada como Leioproctus zephyr.

Esta nueva especie fue descubierta entre los matorrales de Perth y su le acuño este nombre en honor de la mascota del autor principal del estudio Kit Prendergast.

Kit Prendergast tiene un simpático perro llamado Zephyr y la abeja que descubrieron comparte una característica física similar con este peludo animal, que hizo, que el investigador decidiera llamarla así. Este insecto volador posee un singular clípeo que parece un hocico muy parecido al de un perro.

El estudio fue publicado en la revista Journal of Hymenoptera Research, dónde en investigador Prendergrast menciona qué, «cuando examiné por primera vez los especímenes que recolecté durante mis encuestas de doctorado para descubrir la biodiversidad de las abejas nativas en las regiones urbanizadas del punto crítico de biodiversidad del suroeste de Australia Occidental, me intrigó instantáneamente la cara tan inusual de la abeja».

Esta especie de abeja no se parecía a nada de lo que había visto el científico por lo que, decidió hacer la identificación del espécimen y no encontró coincidía con ninguna especie descrita. Esto solo podía significar que, en efecto, se trataba de una especie nueva.

Así como inició el arduo trabajo del científico que descubrió que este inusual se trata de una especie perteneciente a Leioproctus, un género que a su vez pertenece la familia de abejas de yeso (Colletidae).

El primer paso para poder llegar a cabo la identificación del espécimen fue, observarla bajo el microscopio, tratando de comparar las características morfológicas con las de otras especies descritas y conocidas que se encuentran en las colecciones de los museos.

«Al examinar la colección de entomología del Museo de Australia Occidental, descubrí que algunos especímenes de Leioproctus zephyrus se recolectaron por primera vez en 1979, pero nunca se describieron científicamente», expresa el científico, por lo que, tuvo que optar por otra opción.

Para poder llevar a cabo la identificación de esta inusual abeja, se realizó un estudio a través de códigos de barras de ADN, que emparento estrechamente a este insecto con otras especies de Leioproctus no identificados.

Leioproctus cuenta con más de 300 especies y tienen una distribución principal en Australia y en ciertas regiones templadas de América del Sur.

A pesar de esto, «Leioproctus zephyr tiene una distribución muy restringida, solo se encuentra en siete lugares en el suroeste de Australia Occidental hasta la fecha, y no se ha recolectado en su ubicación original. Estaban completamente ausentes de los jardines residenciales y solo presentes en cinco remanentes de matorrales urbanos que examiné, donde se alimentaban de dos especies de plantas de Jacksonia», comenta Prendergrast.

Como era de esperarse, esta especie, al igual que el resto de las abejas, tiene un papel fundamental y muy importante en la polinización y dado los únicos 7 lugares del suroeste de Australia Occidental donde se puede localizar, su población podría estar en riesgo.

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