El término «dinosaurio» viene de dos palabras griegas: «DEINOS», que significa «terrible» y «SAURA», que significa «LAGARTO» o «REPTIL». En griego antiguo, los adjetivos se escribían antes que el sustantivo, así que dinosaurio significa «lagarto terrible».
El paleontólogo Richard Owen propuso en 1842 llamar DINOSAURIOS a ciertos reptiles enormes que habían sido descubiertos [en aquel entonces] en Reino Unido. Debido a la fuerza de las ideas religiosas en la población de aquel tiempo, se creía que los restos descubiertos eran trozos de animales que no habían podido subir al «arca de Noé».