26 Julio, 2023 4

El Ministerio de Economía anunció recientemente una serie de medidas que tendrán un impacto significativo en el precio de la mayoría de los vehículos vendidos en Argentina. Desde ayer aumentan los precios de los autos nuevos y usados.
Estas medidas incluyen un nuevo impuesto del 7,5% aplicado a todos los bienes importados para consumo interno, con algunas excepciones. Las automotrices se encuentran en un proceso de análisis y reuniones para determinar cómo implementar y qué alcance tendrá el impuesto en cada modelo.
El escenario se complica debido al ya existente impuesto a los autos de lujo, cuya escala será actualizada trimestralmente, con tres categorías de aplicación: los vehículos no gravados, los que entran en la categoría 1 con un impuesto del 20%, y los de la categoría 2 con un impuesto del 35%. Los autos que pertenecen a la categoría 2 estarán exentos del nuevo impuesto del 7,5%, ya que el Gobierno considera que tienen una carga impositiva suficientemente alta. Sin embargo, este nuevo impuesto puede afectar a los modelos que antes estaban exentos, lo que preocupa a las fábricas de automóviles.
La medida se aplicó de inmediato, ya que fue publicada en el Boletín Oficial, por lo que afectará a todos los productos importados. Aquellas empresas que tengan stock de productos importados pagarán el impuesto cuando realicen la próxima importación, mientras que las que necesiten importar en el presente deberán hacer frente al impuesto.
Este impuesto también afectará a la industria del neumático, ya que tanto los productos terminados importados desde Brasil como la materia prima (caucho natural) importada del sur brasileño y el sudeste asiático estarán sujetos al nuevo impuesto. Como resultado, se espera un aumento del 4% en los neumáticos desde el día de la aplicación del impuesto, y a esto se sumará el ajuste mensual por inflación.
En cuanto a los autos fabricados en Argentina, no estarán sujetos al 7,5% de impuesto, pero la mayoría de ellos contienen entre un 25% y un 45% de partes importadas. Solo aquellos vehículos fabricados en el país y destinados a la exportación estarán exentos del impuesto sobre los componentes importados. Sin embargo, los autos destinados al mercado interno deberán afrontar el aumento en los costos debido al impuesto.
Un ejemplo ilustrativo sería un modelo X fabricado en Argentina con un 50% de componentes importados, de los cuales el 50% se exporta. En este caso, los vehículos destinados al mercado local tendrían un aumento del 3,75% en sus costos debido a los componentes importados. Si la proporción de componentes nacionales es menor, como el 30%, el aumento podría ser mayor, llegando al 4% o incluso al 5%.
Es importante mencionar que este aumento por el nuevo impuesto se suma a las actualizaciones por inflación que se publican en la lista de precios sugeridos por las marcas cada 30 días, lo que puede significar hasta tres aumentos en menos de un mes para los consumidores.
Los autos fabricados en Argentina se presentan como una opción más favorable para los compradores, ya que no estarán sujetos al nuevo impuesto. Algunos de estos modelos incluyen Citroën Berlingo, Chevrolet Tracker y Cruze, Fiat Cronos, Ford Ranger, Mercedes Sprinter, Nissan Frontier, Peugeot 208 y Partner, Renault Alaskan, Kangoo, Logan, Sandero y Stepway, Toyota Hilux y SW4, y Volkswagen Amarok y Taos. Por otro lado, los vehículos importados desde Brasil y otros países pagarán el 7,5% de impuesto.
A pesar de estas medidas, existe la posibilidad de que haya aún más aumentos, ya que las marcas dependen de los proveedores, muchos de los cuales utilizan componentes importados. La única manera de evitar el impuesto para estos proveedores es tener certeza sobre la cantidad de unidades destinadas a la exportación y al mercado local, lo que puede resultar complejo en algunos casos. En resumen, la industria automotriz argentina se enfrenta a un panorama desafiante debido a las nuevas medidas impositivas y las incertidumbres que rodean a la situación económica del país.