Noelia tiene 31 años y hoy se anima a romper el silencio y denunciar, judicial y públicamente, a su expareja por violencia de género. El acusado es adicto a las drogas y ella teme por su vida. Tiene antecedentes penales, estuvo preso y hoy, está prófugo.
San Vicente. El miedo y la desesperación la obligaron a pedir ayuda, no solamente en la Justicia, sino también en los medios de comunicación de la provincia. Nunca estuvo en los planes hacer pública su denuncia, pero muchas veces no queda más remedio que la exposición.
El pasado 23 de agosto fue la gota que rebaso el vaso, Noelia dijo basta, se llenó el pecho de valentía y se dirigió a la comisaría más cercana al barrio Los Lapachos de San Vicente, donde tiene su domicilio fijo.
Las autoridades policiales tomaron la denuncia y la elevaron al Juzgado de Instrucción Tres de San Vicente, cuyo magistrado emitió una orden de captura para Diego Ezequiel Chamorro de 34 años, bajo el sumario caratulado “Daño y lesiones leves agravado por la convivencia en concurso real”. Pero, como era de esperarse, al hombre se lo tragó la tierra.

Según la denunciante, el último domicilio conocido del acusado es en el barrio San Ramón, también en San Vicente. Su adicción a las drogas lo llevo a estar peso tras romper al menos tres autos estacionados frente al Hospital. Pagó la fianza y a los 25 días ya estaba nuevamente en libertad.
La víctima, a través de un audio de whatsapp enviado a las redes sociales de Misiones Online, expresó que sobre su expareja pesa un pedido de detención ordenado por el Juez de San Vicente, pero que aún no ha tenido resultados positivos.
Pidió perdón por la manera de expresarse y recordó, “Él me rompió el auto a palazos y a mi me cagó a palos. No fue una paliza, fue una cagada a palos, literalmente. Me rompió puertas, ventanas y me dio vuelta mi casa. Me robó hasta los papeles de mi auto”, cerró.