A partir de este viernes, el cielo del hemisferio sur ofrecerá un espectáculo astronómico inigualable: el cometa C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS), bautizado como el «cometa del siglo», alcanzará su máximo esplendor y será visible a simple vista, gracias a su intenso brillo.
Este evento capta la atención de astrónomos y entusiastas de todo el mundo, ya que su luz promete destacarse entre las estrellas más brillantes del firmamento nocturno.
Los cometas son cuerpos celestes compuestos de hielo, polvo y roca que orbitan alrededor del Sol. Al acercarse a él, el calor hace que el hielo se sublime, generando una atmósfera brillante y, en muchas ocasiones, una espectacular cola que se extiende lejos del astro. Estos «visitantes» del sistema solar suelen provenir de regiones lejanas como el cinturón de Kuiper o, en el caso del C/2023 A3, de la nube de Oort.
Este cometa fue descubierto en enero de 2023 por el Observatorio Tsuchinshan, en China, y el sistema ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System) ayudó a determinar su trayectoria. Desde entonces, los científicos monitorean su recorrido, anticipando que sería visible entre septiembre y octubre de este año. Aunque en un principio se creyó que la proximidad con el Sol podría desintegrarlo, los expertos descartaron esta posibilidad.
Josep M. Trigo Rodríguez, investigador principal del Grupo de Meteoritos, Cuerpos Menores y Ciencias Planetarias en el Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC), afirmó en un artículo para The Conversation que «el cometa Tsuchinshan-ATLAS parece capaz de sobrevivir al perihelio (su punto más cercano al Sol) y nos dará la oportunidad de observarlo tras pasar por él». Esta resistencia al calor solar garantiza que el cometa será visible durante varios días.
El brillo que lo convierte en el “cometa del siglo”
La expresión «cometa del siglo» se utiliza para describir el extraordinario brillo que alcanzará el C/2023 A3. A medida que se acerque al perihelio, la región más cercana al Sol en su órbita, la sublimación del hielo liberará grandes cantidades de polvo y gas, creando una cola visible desde la Tierra.
Este fenómeno, según explicó Trigo Rodríguez, «desempeña un importante papel en los bruscos estallidos luminosos experimentados por algunos cometas». En el caso de este cometa, se espera que su brillo rivalice con el de las estrellas más brillantes del cielo nocturno.
El cometa es especialmente notable por la cantidad de partículas de polvo que contiene. Estas partículas reflejan la luz solar, contribuyendo a su intensa luminosidad, visible sin la necesidad de telescopios o binoculares. La combinación de estos factores convierte al C/2023 A3 en un objeto único, cuya observación será un evento irrepetible para la mayoría de las personas, ya que no volverá a pasar cerca de la Tierra en cientos o incluso miles de años.
Fechas y horarios clave para su observación
Desde el 18 de septiembre, quienes cuentan con binoculares u otros instrumentos de aumento ya han podido observar al cometa en el hemisferio sur. Sin embargo, su máxima visibilidad a simple vista comenzará este viernes 27 de septiembre, y se extenderá hasta el 2 de octubre, momento en el cual se encontrará en su perihelio, a una distancia similar a la órbita de Mercurio. Durante este período, se prevé que su brillo sea más intenso.
El horario ideal para observar este fenómeno astronómico será en las primeras horas de la mañana, aproximadamente 30 minutos antes del amanecer, cuando el cometa será visible en un rango entre las 5 y las 7 de la mañana, dependiendo de la ubicación geográfica. Para disfrutar del espectáculo en su máximo esplendor, los expertos recomiendan buscar lugares alejados de la contaminación lumínica, donde el cielo nocturno se vea con mayor claridad.
Un evento único en la vida
El C/2023 A3 es un cometa no periódico, lo que significa que su órbita no sigue un patrón regular como el de otros cometas famosos, como el Halley. Su trayecto alrededor del Sol podría tardar entre 200 y miles de años en repetirse, lo que convierte esta oportunidad en única para la observación humana. Debido a la incertidumbre en su órbita, es difícil predecir cuándo volverá a ser visible desde la Tierra, si es que alguna vez vuelve.
Además del espectáculo visual que ofrecerá, el C/2023 A3 representa una oportunidad valiosa para la ciencia. Los cometas como este son restos primitivos del sistema solar, y su estudio permite a los científicos obtener información sobre las condiciones que existían en el momento de la formación de los planetas. Al analizar su composición y comportamiento, los astrónomos pueden aprender más sobre los materiales que dieron origen a la Tierra y a otros cuerpos celestes hace millones de años.
El análisis de cometas también es relevante para comprender los orígenes de la vida en la Tierra, ya que se cree que estos cuerpos rocosos podrían haber traído agua y compuestos orgánicos esenciales durante las etapas iniciales del desarrollo del planeta.