Carlos Dieguez, abogado de Josué Salvatierra, uno de los dos adolescentes asesinados en Florencio Varela, se apartó de la teoría policial y aseguró que tanto el jóven como Paloma Gallardo “vieron algo que no tenían que ver”.
El letrado señaló que tiene una linea de investigación que se corre de aquella cuyo eje es que los jóvenes fueron víctimas de un homicidio en ocasión de robo. En este sentido, afirmó: “Tenemos otra hipótesis diferente a la versión policial, no la del robo. ¿Quién mata a dos personas en pleno día para robar una mochila y dos celulares? ¿Qué resistencia pudieron haber tenido un chico de 14 y una nena de 16? Hay más interrogantes que certezas”.
Según la autopsia preliminar realizada a los cuerpos de Josué Salvatierra y Paloma Gallardo, ambos presentaban un traumatismo de cráneo, pero no se identificaron otros golpes ni signos de violencia.
La investigación, a cargo del fiscal Hernán Bustos Rivas, descartó que las víctimas hubieran sido maniatadas o mutiladas. Se presume que el asesino utilizó una piedra que se encontraba en el lugar del crimen.
El fiscal confirmó que, hasta el momento, la causa fue caratulada como “robo y homicidio criminis causae”. Esto implica que el asesinato podría haber ocurrido en el marco de un asalto violento, ya que los efectivos de la Comisaría 4° no hallaron las pertenencias de los adolescentes en el lugar. No hay sospechosos identificados hasta el momento.
Por su parte, Dieguez aclaró que aún no tuvo acceso al expediente judicial, pero afirmó que la información que recibió de testigos y vecinos de la zona contradice la versión oficial.
Desde la policía sostienen que en el lugar donde fueron encontrados los cuerpos suelen reunirse personas en situación de calle. Sin embargo, Dieguez brindó otra versión sobre el contexto de la zona: “No se habla de que ahí se reúne gente para el narcomenudeo”.
El abogado indicó que la principal hipótesis que maneja es que los adolescentes fueron testigos involuntarios de una situación que no debían presenciar. Sobre esto, expresó: “La versión más firme que tenemos es que los chicos ocasionalmente vieron algún movimiento de gente muy pesada que no deberían haber visto. Eso se plantea en términos genéricos, por lo que dijeron los testigos sobre la zona”.
Por eso, criticó la línea investigativa que sigue la fiscalía: “Es muy fácil asegurar que fue un homicidio en ocasión de robo”. Además, completó: “Hay una parte de la versión policial donde tengo muchas dudas, pero no puedo afirmar porque no tengo acceso a todas las pruebas recolectadas”.
Según Dieguez, los vecinos de la zona son testigos habituales de situaciones vinculadas al narcotráfico. En ese sentido, afirmó: “El vecino sabe dónde está el narco y la policía no”.
El abogado adelantó que considera necesario ampliar el enfoque de la investigación: “Nadie tomó dimensión de la gravedad del hecho, son dos chicos incapaces de defenderse de un ataque, es raro”.
También cuestionó la actuación de la policía respecto a la denuncia por la desaparición de los jóvenes: “La gente pedía por favor que les tomen la denuncia porque los chicos estaban desaparecidos desde el 30. Les pedían que esperen, que no se sabía y que ya iban a aparecer porque era de día”.
Por último, Dieguez vinculó el crimen de Josué Salvatierra y Paloma Gallardo con otro caso ocurrido en la misma jurisdicción: el secuestro y asesinato de Lucas Escalante y Lautaro Morello. En relación a esto, sostuvo: “No nos olvidemos que en la misma jurisdicción los levantaron a Lucas y a Lautaro, que aparece brutalmente asesinado”.