Las autoridades no encontraron avances concretos en la investigación del asesinato de Paloma Gallardo y Josué Salvatierra en Bosques, Florencio Varela. Aunque detuvieron a un sospechoso, no confirmaron su vínculo con las víctimas.
La trágica historia comenzó el 30 de enero, cuando Paloma, de 16 años, y Josué, de 14, salieron de sus casas para encontrarse. Fueron vistos por última vez alrededor de las 18, caminando de la mano hacia un descampado ubicado debajo del puente de la ruta 36, una zona desolada en Bosques. Horas después, sus celulares dejaron de emitir señal. El 1 de febrero, las autoridades hallaron sus cuerpos sin vida en ese mismo lugar.
La Policía Científica informó: “Los cuerpos presentaban varios traumatismos de cráneo. La adolescente estaba boca abajo y el joven, boca arriba. En el lugar también se encontraron una piedra y una botella con manchas de sangre”. Además, las autopsias descartaron que las víctimas fueran atadas o abusadas sexualmente.
Paloma y Josué eran amigos y compañeros de colegio. Su relación había evolucionado de una amistad a un noviazgo. Aunque sus padres conocían el vínculo, los adolescentes solían verse a escondidas. Una de esas reuniones fue la última.
Según declaró el abogado de la familia de Paloma, Aníbal Osorio: “El papá de Paloma Gallardo, Omar Gallardo, no declaró todavía en la causa”. Osorio explicó que ya prestaron testimonio otros familiares: “El tío Osvaldo Gallardo y el hermano Santiago Daniel Gallardo hablaron sobre el momento de la desaparición y la denuncia que realizaron ante la Policía Local». Aunque se presentaron numerosos detalles, el letrado destacó: “No hay elementos que los vinculen al homicidio”.
La causa inicialmente estuvo a cargo del fiscal Hernán Bustos Rivas, pero este se apartó después de acusar al abogado Carlos Dieguez de amenazarlo. La investigación quedó entonces en manos del fiscal Darío Provisionato, quien indicó: “Continuamos recolectando pruebas. Ya se han ordenado pericias sobre los celulares incautados y está pendiente la apertura de un teléfono secuestrado en Río Negro”.
Dicho dispositivo podría ser el de Josué, ya que ambos aparatos comparten el mismo IMEI. Las autoridades investigan si el sospechoso detenido en Río Negro clonó el celular para utilizarlo de manera fraudulenta.
Por su parte, el fiscal Provisionato confirmó: “Todavía resta interrogar a los policías de la comisaría de Bosques, quienes participaron en la búsqueda inicial, para aclarar cómo fue la investigación tras el hallazgo de los cuerpos”. Asimismo, se esperan los resultados de los peritajes realizados en una tablet de Josué y en la computadora de un familiar de Paloma.
En cuanto al móvil del crimen, la principal hipótesis que maneja la fiscalía es que los mataron para ocultar otro delito. Un investigador reveló: “Creemos que el ataque fue simultáneo. Probablemente dos agresores sorprendieron a las víctimas, ya que si uno hubiese sido atacado primero, el otro habría intentado escapar”. Esta teoría se sustenta en las condiciones en que fueron encontrados los cuerpos y en la naturaleza de las lesiones.
A pesar de estos indicios, no se identificaron a los autores del doble homicidio. Los peritos también analizan si el entorno familiar de Paloma podría arrojar alguna pista. Una preceptora de su colegio declaró: “Paloma vivía un infierno en su hogar”. Aunque la fiscalía todavía no vinculó estas acusaciones al crimen, las declaraciones sirven para explorar posibles contextos que expliquen el desenlace fatal.
Mientras tanto, las familias de Paloma y Josué insisten en su reclamo de justicia por el doble crimen de Florencio Varela. En redes sociales, expresaron: “Queremos respuestas. Exigimos que los responsables sean encontrados y juzgados”.