La causa por la agresión a Rodrigo Ocampos avanza con la declaración de un acusado que se negó a declarar y la incorporación de pruebas de cámaras de seguridad. La querella insiste en la responsabilidad del boliche Holy y busca la clausura del local, mientras que el establecimiento se distancia del hecho ocurrido.
A poco más de dos meses del ataque sufrido por Rodrigo Ocampos, un joven barbero de 21 años, a manos de personal de seguridad del boliche Holy en Posadas, la causa continúa su curso. Recientemente, uno de los cinco acusados se presentó ante el Juzgado de Instrucción Tres, a cargo del juez Fernando Verón, pero decidió no declarar por recomendación de su abogado. Esta decisión llevó a que se le impute provisionalmente por lesiones recíprocas, mientras prosigue el proceso en libertad.
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Mientras tanto, la querella sigue insistiendo en que los otros cuatro acusados se presenten a declarar. Un testigo ya confirmó el relato de Ocampos, señalando los lugares del cuerpo donde fue golpeado.
Por su parte, el abogado del denunciante, Federico Esquivel, destacó el trabajo conjunto con la agente fiscal y remarcó la importancia de un testigo clave que aún no ha podido declarar. Además, se han sumado a la causa registros de cámaras de seguridad que podrían ayudar a esclarecer los hechos.
Ocampos, en diálogo con medios locales, relató las secuelas físicas que le dejó la agresión y mencionó una llamada de uno de los guardias del local que confirmó su versión de los hechos.
Holy, por su parte, emitió un comunicado donde se desliga de responsabilidad, asegurando que el incidente ocurrió fuera del establecimiento y que el personal de seguridad actuó conforme a los protocolos.