Putin condicionó el fin de la guerra a que Ucrania ceda Donetsk

Dia uno
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Durante una llamada con Donald Trump, Vladímir Putin exigió que Ucrania entregue el control total de Donetsk como condición para finalizar la guerra. La propuesta, vista como un retroceso diplomático, frustró a Kiev y genera dudas sobre las intenciones reales del Kremlin y la mediación estadounidense.

El presidente ruso, Vladímir Putin, exigió a Donald Trump que Ucrania entregue el control total de la región de Donetsk como condición para poner fin a la guerra. El pedido se produjo durante una llamada telefónica reciente entre ambos mandatarios, según confirmaron dos altos funcionarios estadounidenses que tuvieron conocimiento directo de la conversación.

Putin, que desde 2014 busca controlar completamente el este ucraniano, insistió en que Donetsk —una zona estratégica por su posición industrial y militar— debe quedar bajo dominio ruso. A cambio, habría sugerido devolver parcialmente el control de otras dos regiones ocupadas: Zaporizhzhia y Kherson. El planteo repite viejas pretensiones del Kremlin y, según diplomáticos europeos, podría convertirse en un obstáculo para un acuerdo de paz. “Es como venderles su propia pierna a cambio de nada”, describió un alto funcionario europeo al evaluar el posible intercambio territorial.

Trump, quien busca consolidar su rol como mediador tras el acuerdo de alto el fuego en Gaza, no apoyó públicamente las exigencias rusas. Tras reunirse el viernes en la Casa Blanca con el presidente ucraniano Volodimir Zelensky, publicó un mensaje ambiguo en redes sociales: “¡Es hora de detener la matanza y hacer un ACUERDO! Ya se ha derramado suficiente sangre. Que ambos reclamen la victoria, ¡que la historia decida!”. El presidente estadounidense planea reunirse con Putin en Hungría en las próximas semanas para continuar las conversaciones de paz.

Según las mismas fuentes, el enviado de Trump, Steve Witkoff, insistió durante el encuentro con la delegación ucraniana en que Donetsk es de mayoría rusoparlante, un argumento que Kiev considera alineado con el discurso del Kremlin. Funcionarios norteamericanos admitieron que Ucrania esperaba obtener de Washington la autorización para recibir misiles Tomahawk de largo alcance, pero se retiró sin resultados. Trump había considerado ese envío, aunque retrocedió después de hablar con Putin.

El secretario de Estado Marco Rubio está a cargo de organizar la próxima cumbre de Budapest, que —según diplomáticos europeos— generó expectativas moderadas pero no un avance concreto hacia el cese de hostilidades. Ucrania, por su parte, respalda el llamado de Trump a un alto el fuego en las líneas actuales, aunque exige garantías de seguridad sólidas por parte de Estados Unidos y Europa para evitar futuras agresiones rusas.

Mientras las líneas del frente permanecen casi inmutables desde hace un año —Rusia controla alrededor del 20% del territorio ucraniano—, ambas partes intensifican los ataques sobre la infraestructura energética del adversario. Consultado sobre si Putin intenta ganar tiempo, Trump respondió con su estilo característico: “Me han engañado toda la vida los mejores, y salí bastante bien. Pero creo que soy bastante bueno en estas cosas”.

La conversación telefónica y el tono de las declaraciones posteriores dejan ver que, pese al optimismo de Trump, las condiciones de Putin para “detener la matanza” podrían implicar una concesión que Ucrania difícilmente esté dispuesta a aceptar.

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