En el marco del mes de la concientización sobre la salud masculina, el Hospital Madariaga refuerza el llamado a realizar controles preventivos para la detección temprana del cáncer de próstata. Los especialistas destacan que esta patología es la más frecuente en hombres adultos y que, en la mayoría de los casos, no presenta síntomas en sus etapas iniciales, por lo que el diagnóstico precoz resulta fundamental.
Por ello, los especialistas del Madariaga insisten en la necesidad de los controles preventivos como una herramienta clave para la detección temprana.
En este sentido, Enrique Rivero, médico urólogo del nosocomio, recordó que “el cáncer de próstata es la causa más frecuente de cáncer en el hombre adulto y que debemos comenzar los controles a partir de los 50 años”.
A su vez, subrayó que aquellos hombres con antecedentes familiares: padre, abuelo, hermano o primo que haya padecido o fallecido a causa de la enfermedad deben iniciar los chequeos desde los 45 años.
Asimismo, explicó que el control es sencillo y accesible: “Consiste en acudir al médico, solicitar un laboratorio y una ecografía prostática. Muchas veces no hay síntomas; siempre decimos lo mismo: tener 50 años ya es el primer motivo para consultar”.
Por otra parte, Rivero hizo hincapié también en la importancia de vencer los prejuicios y dedicar tiempo al cuidado personal: “No hay que tener vergüenza ni postergar la consulta. Una visita a tiempo puede salvarte la vida”.
Durante este mes de concientización, el Hospital Madariaga invita a la comunidad a informarse, consultar a un urólogo y promover la detección precoz del cáncer de próstata y otras enfermedades propias de la salud masculina.
Desde el Hospital Madariaga recordaron que el cáncer de próstata puede avanzar sin manifestaciones evidentes durante sus primeras etapas, por lo que la detección temprana es esencial para un tratamiento eficaz.
Sin embargo, existen señales de alerta que no deben pasar desapercibidas, como la presencia de sangre en la orina, dificultad o dolor al orinar y la necesidad frecuente de hacerlo, especialmente durante la noche.
De igual forma, mencionaron que un flujo urinario débil o interrumpido, así como el dolor persistente en la parte baja de la espalda, la pelvis o los muslos, también pueden ser indicios de la enfermedad. Ante cualquiera de estos síntomas, recomiendan acudir sin demora a un profesional de la salud para una evaluación adecuada.