Un modelo destructivo para las provincias

Dia uno
Dia uno

Por Aníbal Blasco – Licenciado en Comercialización
El programa económico de Milei es nocivo para las distintas jurisdicciones del país. Desempleo, salarios bajos, caída de la actividad económica, son algunas de las características del mileismo gobernante.
Marco Lavagna corrigió esta semana la serie del EMAE (Estimador Mensual de la Actividad Económica) para evitarle al gobierno el título negativo de “Argentina entra técnicamente en recesión”. Luego de la oportuna intervención del titular del INDEC, Argentina continúa su coqueteo con el abismo.
Por si no bastara con los cierres cotidianos de empresas a lo largo y ancho del país, con la consecuente pérdida de puestos de trabajo, ingresos por el piso, servicios que no paran de subir, abrupta caída del consumo, se le agregó esta semana una bizarra y peligrosa exposición de grupos antivacunas en el Congreso de la Nación. El contexto no podría ser peor: la caída en la vacunación infantil es muy fuerte, han retornado enfermedades como el sarampión o la tos convulsa, causa de muerte de al menos 7 niños en el país.
Un caso que ilustra el andamiaje económico del programa de Milei, ejecutado por Caputo, es el del turismo. Precisamente, durante la semana que acaba de concluir el INDEC informó un déficit de divisas por 365 millones de dólares, una caída de casi seis puntos en el ingreso de turistas de otros países y un incremento en más de 10 puntos en la salida de argentinos hacia el exterior. El fenómeno ha sido hartamente analizado: Argentina es un país caro tanto para quienes tienen la intención de visitarlo, así como para sus habitantes.
Por más campañas que hagan las distintas provincias; Misiones trabaja hace años muy bien en ese sentido -cuya muestra más reciente es la Feria de Turismo que se está realizando en el Parque Paraguayo de la capital provincial-, no manejan ninguna de las variables que influyen en el turismo internacional. En el mismo sentido, los vuelos de cabotaje se han reducido un 10%.
Las provincias hacen lo que pueden, literalmente. El gobierno nacional las ha sometido de una manera que no tiene registro desde la vuelta democrática: recortes de todo tipo de fondos ya comprometidos, retención indebida de partidas presupuestarias, caída en las transferencias automáticas, desregulaciones varias que afectaron fuertemente a las economías regionales -un caso paradigmático es el del INYM-, apertura importadora sin planificación, transferencias de responsabilidades de Nación a provincias sin los correspondientes fondos -tal como sucedió en la década del ’90-.
Sube todo, menos el salario
Argentina es un caso extraño, según voceros oficiales la inflación es un problema del pasado, aunque todas las semanas aumenta el combustible, se preparan nuevos aumentos de luz y gas a partir de enero, los alimentos registran fuertes incrementos, el transporte sube en los distintos puntos del país.
El programa económico del experto en crecimiento con y sin dinero consta de dos ítems: tomar y pagar deuda y reducir la inflación, aunque se lleve puesto al país en el medio. Eso explica la férrea intervención en los acuerdos paritarios, no autorizando pautas salariales mayores a 1%, porque más allá de su dogma monetarista, considera que una de las causas del aumento de precios es el incremento salarial y de la actividad económica.
Entonces, una inflación que corre por encima del 30% interanual con salarios que en los mejores casos pueden ubicarse por encima del 12%, registran una fuerte disminución en su poder adquisitivo. Nos estamos refiriendo a salarios registrados, en el trabajo informal la situación es aun peor. El salario real cayó más de 13% en el último año.
Además, el salario mínimo -clave para negociar pautas salariales- es el más bajo de toda Latinoamérica.
A partir de la asunción de Milei, más de 17 mil empresas cerraron y más 224.000 empleos registrados se perdieron
Industria y consumo masivo en caída libre
Los pocos sectores que pueden considerarse ganadores del modelo mileista -minería, hidrocarburos, intermediación financiera- no son generadores de fuentes de trabajo. En cambio, si lo son el comercio, la industria, el transporte, la construcción y la hotelería y gastronomía. Estos sectores atraviesan severas complicaciones.
El caso industrial es dolorosamente gráfico: opera en niveles de pandemia, exhibe una altísima capacidad ociosa, su caída no encuentra piso. Los despidos, suspensiones, reconversiones, se multiplican semana a semana. Hay ramas como la textil que arrastra una caída del 17%. La construcción, por su parte, sector que funciona siempre como un indicador de la economía, sigue deprimida: se desplomó 18% interanual.
Misiones, provincia asediada por asimetrías internas y externas, sirve como ejemplo de lo que estamos desarrollando. Las ventas de combustible cayeron 10,2% -con un 7,6% en nafta súper y 15,4% en gasoil-. Lo cual muestra una provincia con dificultades para llegar a fin de mes en cuanto a las familias y una parálisis productiva alarmante.
Otro dato que marca la compleja realidad cotidiana es el aumento en la mora de la energía eléctrica: 4 de cada 10 usuarios está retrasado en el pago de luz. Esto se conoce en el mismo momento que el gobierno nacional anuncia una fuerte quita de subsidios en luz y gas a partir de enero. No solo no existe la sensibilidad social, sino que abunda el desconocimiento de las realidades provinciales, las políticas públicas se diseñan a partir de una planilla de Excel en una oficina de Puerto Madero.
Para completar el cuadro de situación, debemos referirnos a la brutal caída de ventas en supermercados, de casi el 10% interanual, la más alta del país. Lo cual se refleja en despidos, precarización y cierre de comercios.
La crisis se replica en otros sectores: el empleo forestal cayó 13%, los aserraderos del Alto Uruguay venden 40% menos, la obra privada se derrumbó 45% y la obra pública está prácticamente paralizada. En Iguazú, los hoteles registran ocupación inferior al 40% en semanas que deberían ser de temporada media. Y en los hogares, la señal más clara: el endeudamiento familiar crece, con un 18% más de atrasos en tarjetas de crédito.
Origen y responsabilidad
Esta situación no es un fenómeno climático pasajero cuya responsabilidad excede al ser humano. Al contrario, el profundo deterioro de la calidad de vida de los argentinos tiene nombre y apellido: Javier Gerardo Milei. Tuvo y tiene variados apoyos para ejecutar su plan de gobierno sin interferencias, no hay ninguna excusa válida -riesgo kuka, pesada herencia, etc.-.
El trabajo de las provincias es loable, si el país no arribó a una crisis de grandes magnitudes es por el trabajo cotidiano, en las distintas geografías nacionales, que realizan los diferentes gobiernos provinciales. Los ejecutivos de las 24 jurisdicciones argentinas se dedican a administrar la escasez y soportan extorsiones de Nación, exigiendo un acompañamiento total -que es prácticamente un sometimiento- a cambio de nada.
También está claro lo que debe modificarse para superar esta profunda crisis. Lo grave es que el gobierno nacional considera que está haciendo el mejor gobierno de la historia, por lo que nada indica que vaya a cambiar su hoja de ruta.
La visita del ministro del Interior Diego Santilli a la provincia dejó varias conclusiones: Passalacqua puso sobre la mesa cuestiones concretas, no fue una simple reunión protocolar para la foto: regularizar los fondos de la caja previsional no transferida, recuperar de manera efectiva los ATN y la porción de recursos vinculados al impuesto a los combustibles, reactivar obras nacionales frenadas —rutas, escuelas, viviendas—, avanzar con el financiamiento de la línea de 132 kV San Isidro–Alem–Oberá, actualizar la deuda por el consenso fiscal y destrabar el reclamo histórico por las regalías de Yacyretá. Detrás de cada ítem no hay un tecnicismo: hay jubilados, usuarios, productores, municipios que dependen de esas decisiones que sólo puede tomar la Nación.
Rovira, por su parte, explicitó algo que parece obvio, pero para el gobierno nacional no lo es: el diálogo siempre está abierto, pero del otro lado tiene que haber la misma disposición, sino es una imposición. El conductor del Frente Renovador planteó modificaciones en el Presupuesto Nacional 2026: reducir la alícuota del ARCA del 1,9% al 1%, devolver el 0,9% restante a la masa coparticipable, garantizar que la caja previsional y los ATN figuren con cifras reales y no simbólicas, y poner en el radar nacional la situación yerbatera y la inclusión efectiva en la Hidrovía Paraná–Paraguay. Ese es el tablero donde se juega buena parte del futuro de la provincia, y no el de las peleas menores que a veces entretienen la discusión pública.
Gestiones cotidianas
Como decíamos, el delicado equilibrio que tiene un país al borde del estallido es merced a las provincias. Por ejemplo, veamos la agenda del gobernador de Misiones durante la semana que pasó.
Se relanzó el programa “Ahora Fiestas”, con reintegros de hasta el 25% y cuotas sin interés entre el 20 y el 31 de diciembre, es un ejemplo de política anticíclica a escala local: sostener el consumo cuando el ingreso cae, ayudar a las familias a llegar a las fiestas y darle aire a los comercios que vienen de un año durísimo. La misma lógica se observa en otras áreas del Estado provincial. Mientras la economía se enfría, el sistema de salud pública se expande: el Servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva del Hospital Madariaga cierra el año con más de 2.000 intervenciones y una red que se articula con los hospitales de Eldorado y Oberá, formando especialistas y acercando atención compleja al interior.
En paralelo, la Vicegobernación, a cargo de Lucas Romero Spinelli, sale a territorio con señales de una provincia que no se resigna. La inauguración del CITECH en Eldorado, un centro tecnológico pensado para fortalecer la producción hortícola con innovación, capacitación y financiamiento para invernaderos, apunta a resolver un problema estructural: la falta de escala y continuidad productiva frente a la competencia de otras provincias. Tecnología, formación y asistencia técnica para que los productores puedan sostener la oferta todo el año, reducir costos y ganar mercados: otra forma de administrar la escasez, mirando al futuro.
Como hemos argumentado, el cuadro de situación es grave, en lo social, económico y político. Pero, si tenemos que establecer un pequeño horizonte de optimismo, hay que señalar que Misiones no queda en el lamento, si en el reclamo firme y la gestión que permite crear redes de contención para que no vuele todo por los aires. Esa contención es la que proveen los programas de consumo, el fortalecimiento de la salud en general, la apuesta a la innovación productiva.
No es poca cosa preocuparse por estas cuestiones, cuando en Olivos están pensando en ir o no ir al sorteo del mundial o si viene Scott Bessent

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