lorenzo el magnífico, un príncipe sin corona

Dia uno
Dia uno

lorenzo de Medici es seguramente el más conocido y admirado de su dinastía, y no es para menos: hábil político y gobernante, humanista y filósofo, amante del arte y artista a su vez, el Magnífico reunía en su persona las virtudes del hombre renacentista, como una encarnación del propio ideal de una época. Fue un príncipe sin corona que logró afirmar para su familia y su ciudad un rol central en la convulsa Italia del Renacimiento, en la que las alianzas podían cambiar de la noche a la mañana y las conjuras y traiciones estaban a la orden del día.

EL ASCENSO DE UNA DINASTÍA

Lorenzo vino al mundo el día de Año Nuevo de 1449, un momento en el que su familia estaba en pleno ascenso político. Su abuelo Cosimo el Viejo, patriarca de los Medici, había jugado hábilmente sus cartas para garantizarse simultáneamente el apoyo de numerosos políticos y de los gremios del comercio y artesanado, erigiéndose en defensor de los intereses de los ciudadanos comunes y la burguesía frente a las familias aristocráticas. Las instituciones florentinas eran formalmente republicanas, pero en la práctica la oligarquía dictaba la política y la influencia de cada familia era determinada por su patrimonio y las alianzas que lograra establecer tanto en la propia Florencia como en las otras grandes ciudades.

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