Más de un centenar de personas, entre familiares y amigos, recibieron ayer por la tarde en San Vicente al móvil policial que trasladó desde la Morgue Judicial de Posadas los restos que serían de Marcelo Antúnez Sequeira, el peón rural de 36 años que estaba desaparecido desde el pasado 4 de enero en Picada Zulma y cuyos restos fueron encontrados por la Policía y Bomberos Voluntarios dentro de un pozo de agua de más de 30 metros de profundidad en una chacra en picada El Progreso.
Remarcaron que el cadáver estaba irreconocible debido a la gran cantidad de golpes y cortes que presentaba en distintas extremidades.
Por otro lado, más allá de que se pudo concretar una breve ceremonia velatoria y un posterior sepelio en el cementerio de San Vicente, la familia Antúnez reclamó ayer a la Justicia tener más novedades en torno a las circunstancias que rodean la muerte de su familiar