El sector agropecuario sigue sufriendo los estragos que la sequía dejó en las producciones. Si bien de a poco comienzan a regularizarse las plantaciones, la falta de lluvias -principalmente de los últimos meses del 2020- incidieron en el rinde de todos aquellos productos que debían ser cosechados en esta época.
El ejemplo más característico es el de la yerba, cuya temporada fuerte de cosecha comienza ahora, por lo que se empezarán a ver las consecuencias reales de lo que fue la falta de lluvia en la época de brotación, en los meses primaverales. En tanto, otra de las producciones que están sufriendo cuantiosas pérdidas son las de granos como el maíz, sin mucho margen de recuperación, teniendo en cuenta que hubo productores que estiman una pérdida del 80 por ciento. Lo mismo ocurre con el té, cuya caída en la cosecha ronda el 40 por ciento y el tabaco, en un 70 por ciento, además de los cítricos y otro tipo de cultivos.
Los productores lamentaron los daños que ocasionaron, las grandes heladas en el invierno pasado, pero sobre todo la falta de lluvias en 2020 e inicio del 2021 dejando como resultado hectáreas de cosecha pérdida y plantas sin total crecimiento, al tal punto que los resultados obtenidos no permiten en muchos casos cubrir los costos de lo que fue la siembra y abono.