Vencedor!!

Dia uno
Dia uno

Hola, que lindo estar compartiendo una nueva reflexión dominical contigo. Sabías que Erik Satie fue un compositor y pianista francés. Precursor del minimalismo y el impresionismo, es considerado una figura influyente en la historia de la música, compuso la mayor parte de sus obras de piano en la primera mitad del siglo XX. Vivió y murió en la pobreza como muchos otros compositores famosos. Escribió un sin número de frases, poesías y escritos. Uno de esas frases decía: “No sé por qué el dinero no tiene olor, él puede tenerlo todo”. No me digan que no es buena!!!

Buscado y admirado el dinero lo es todo para muchos, tanto, que se ha convertido en una peligrosa adicción y quizás la mayor tentación para muchos. Una tentación, puede sacar lo mejor o lo peor de nosotros. Para vencer la tentación, tenemos que aceptar que somos los responsables de nuestras acciones: no podemos echarle la culpa al diablo, a las circunstancias, a nuestros padres, a nuestra educación, a la iglesia o a lo que sea. Somos nosotros los que tenemos que luchar y vencer con el poder que el Señor no da. Hay una lucha en la vida entre Cristo y el mal, y en cierta manera, cada uno de nosotros somos el “trofeo”.

La meta en la vida cristiana  es estar cerca del Señor. Cuanto más conozcamos y amemos a Dios, más nos alegraremos en Él y así podremos reaccionar mejor a los ataques del malvado ¡Aunque éstos sean duros! El remedio es la cruz de Cristo, El es el vencedor y no hay tentación o pecado que no puedan ser derrotados por Él. Pero cuando caemos, sabemos que el Señor nos perdona si le confesamos nuestros errores: En ese momento, tenemos que darle gracias por su perdón, aunque sigamos sintiéndonos culpables…

¡Necesitamos aprender a confiar en el carácter de Dios, y en lo que Él nos promete! Dios es capaz de olvidar el pasado, así que nosotros debemos hacerlo también. Esa es un arma muy poderosa contra la tentación.  Si hablamos con el Señor en todo momento, es mucho más difícil caer derrotados. Por eso necesitamos pasar tiempo con Dios. No se trata tanto de ser súper santos, sino de desear estar con Él; hablarle y escucharle siempre.

Cada vez que la tentación nos ataque o sintamos el deseo de hacer algo que nos destruye, debemos buscar la presencia de Dios y leer su Palabra. Alguien dijo que para quitar el aire de una botella la mejor manera es llenarla de agua… Para quitar los malos deseos debemos dejar que el agua viva del Espíritu de Dios nos llene por completo, porque la promesa de Dios siempre se cumple. Dice en la Biblia: “Yo tendré compasión de ellos y haré que cambie su suerte” (Jeremías 33:26).

Nos leemos en la próxima. Que disfrutes de la jornada. Dios te bendiga!!! 

Lic. Miguel Hundt

Pastor IBC / Psicologo Social

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