Después de la crucifixión y resurrección los discípulos estaban desorientados. Cada uno cargaba en su corazón con algo por haberlo dejado al maestro solo: incredulidad, cobardía, culpa, vergüenza, miedo, etc.
El apóstol Pedro junto con otros deciden volver a las redes, a su antiguo oficio, a lo que conocían y los hacían estar seguros. Pero Jesús no había terminado con ellos. En el Evangelio de Juan, en el capítulo 21, versículo 7 leemos que aparece Jesús resucitado para darles una nueva oportunidad “Es el Señor”.
Hay días que queremos abandonar todo. Esos días que queremos desaparecer y no hacer nada más. Estas cansado y desanimado pero ese día aparece Jesús para decirte que no se cansa de amarte, que no se cansa de buscarte. Que lo hará todas las veces que sean necesario porque te ama y desea que encuentres tu propósito en la vida.
Quiero decirte hoy que no tengas miedo, él nunca te abandonara. En mi tarea pastoral he cosechado tanta experiencia de vida de personas que en el momento más difícil sintieron la mano de Dios con ellos.
Él sabe que eres vulnerables y muchas veces permite situaciones para que no te des por vencido, para que del busques tu ayuda, el socorro. En esa experiencia íntima con él lo conocerás como un hacedor de milagros.
Hoy te propongo que abras tu corazón a Jesús y le digas porque de tu enojo, la razón de tu vergüenza, el motivo de tu culpa, tú falta de fe. Y sabes que como ese día, Jesús prepara un banquete espiritual y hace nuevamente la invitación ¡Sígueme!
Oro por tu vida, estamos para ayudarte. Aguardo tu comentario a través de miguelhundt@gmail.com
Lic. Miguel Hundt
Pastor Iglesia Bautista del Centro
Pte Consejo Pastoral Eldorado
Psicologo Social