La controversia por los terrenos desalojados en Picada Guaraní no se detiene, y este miércoles la presunta administradora inmobiliaria que “custodia” los terrenos en nombre de la familia santafesina Kesler (supuesta propietaria de lotes), sostuvo en una entrevista con Canal 6 que “hace 3 años venimos en juicio por desalojo y conseguimos un juez que falló lo que correspondía”.
Carlotto a lo largo del dialogo subrayó varias veces el accionar del juez de instrucción 3 de San Vicente, Gerardo Casco, quién según su perspectiva “hizo cumplir la ley” cuando el pasado 18 de junio desalojó a las familias que vivían allí. También explicó que la propiedad fue usurpada por el frente y el fondo desde hace 12 años atrás, generando problemas de tránsito con habitantes de pueblos originarios y un hacendado desarrollador de la ganadería en la zona.
La mujer contó que instruyó acciones judiciales cuando se empezaron a edificar “carpitas” en el frente, además de desmentir a los productores quienes decían que sus plantaciones de diversos cultivos fueron destruidas en el proceso de desalojo, les retrucó asegurando que las huertas “eran muy chiquitas y todo fue desarmado por las manos de los policías participantes en el operativo sin romper nada y que luego los llevaron a sus lugares de origen cuando acabó todo”.
Otras fuertes denuncias realizadas por los colonos desalojados radicaban en que familias enteras fueron arrojadas a la intemperie sin avisarles previamente que debían abandonar las tierras por orden judicial, Margarita Carlotto negó esas acusaciones y aseguró “siempre se les avisó del juicio de desalojo y ahí no había ningún chico. La gente siempre supo que estaban usurpado”, disparó.
“Muchas personas están asustadas y no saben como cuidar la tierra”, resaltó la profesional inmobiliaria advirtiendo que ahora irán por el desalojo de 100 hectáreas ocupadas en El Soberbio y poniéndose a disposición de quien esté atravesando por una situación similar en toda la provincia con “dos camionetas de su equipo”.
Carlotto cerró diciendo que teme por una “irrupción del comunismo en Argentina” y llamó a la gente a perder el miedo.