Para el Gobierno, el principal “desafío” para derribar “barreras” en el acceso a la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) es aumentar la cantidad de profesionales y centros de salud que realicen la práctica.
Para poder contar con las pastillas necesarias para hacer frente a los abortos, el Gobierno prevé contar en los próximos tres meses con un total de 1,2 millones de pastillas de misoprostol de 200 microgramos, lo equivale a 100 mil tratamientos: en 2020 se habían adquirido 36 mil tratamientos.