A partir de cuándo y por qué son importantes los controles ginecológicos

Dia uno
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María Eugenia Alsina, médica ginecóloga especializada en oncología, explicó sobre la trascendencia de los controles ginecológicos en la salud de las mujeres. En ese sentido, resaltó la importancia de estos exámenes preventivos y su impacto en la detección temprana de condiciones médicas.

“Lo más importante es la información que tenga la paciente para también entender qué es lo que tiene que hacer en el control, porque si no, no entiende. Hay que aclarar que el control es cuando uno se siente bien, porque la idea de ir al control es que uno sintiéndose sano, se pueden detectar algunas cosas que todavía no se están manifestando. Entonces, principio básico, no ir cuando uno se siente enfermo, tratar de ir todos los años, y después depende de la edad de la mujer”, comentó Alsina.

También abordó la evolución de los controles ginecológicos a lo largo de la vida de una mujer. Desde la adolescencia, existen especialistas que atienden patologías específicas relacionadas con esta etapa, como problemas hormonales o infecciones. A partir de los 18 años, la actividad sexual puede influir en la frecuencia y los tipos de controles necesarios.

«Es importante no obsesionarse con hacer un control mamario estricto todos los años», advirtió Alsina. Sin embargo, a partir de los 35 o 40 años, se recomienda considerar la mamografía como parte de la evaluación médica anual, especialmente si existen antecedentes familiares de cáncer.

Asimismo, resaltó la necesidad de realizar el screening para el cáncer de cuello de útero, relacionado con el virus del papiloma humano (HPV). “Es muy importante, sobre todo en mujeres, el screening para el cáncer de cuello de útero, que también está ligado al virus del papiloma humano (HPV), que es un virus de transmisión sexual que toda la población sexualmente activa, más del 90 por ciento, estamos expuestos al virus. El virus HPV justamente infecta o genera lesiones en el cuello del útero de la mujer, que forma parte de los genitales internos de la mujer, por ende, la mujer no se da cuenta si tiene lesiones o no. Eso es parte del control ginecológico, se coloca un especulo y se tome la muestra del Papa Nicolau”, explicó.

En respuesta a la preocupación sobre las lesiones asociadas al HPV, Alsina indicó que estas pueden manifestarse de diferentes maneras, desde verrugas visibles hasta lesiones de alto riesgo oncológico en el cuello del útero. «La evolución hacia la transformación en un cáncer puede tardar entre 5 y 10 años», advirtió.

¿Cuándo es necesario para la mujer hacerse el PAP?

Sobre el momento adecuado para comenzar con el Papanicolau (PAP), Alsina subrayó que se recomienda a mujeres y personas con útero que hayan iniciado relaciones sexuales con penetración vaginal. Sin embargo, indicó que la primera visita al ginecólogo no debe retrasarse hasta este momento, ya que durante estas consultas también se discuten temas vitales como la anticoncepción y la prevención de infecciones de transmisión sexual.

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Asismismo, aclaró que la toma de muestra para el Papanicolau no es dolorosa y es un procedimiento rápido que forma parte de la consulta ginecológica anual. «Es un estudio que dura dos minutos y puede hacer una gran diferencia en la detección temprana de problemas de salud».

Sobre las consultas más frecuentes, Alsina destacó que en la población joven, están relacionadas con problemas de flujo en la mujer. «Las principales consultas son por flujo en la mujer». En personas jóvenes, las lesiones en la vulva y el cuello por infecciones o alteraciones del ciclo son también recurrentes. A partir de los 35 años, las consultas tienden a incluir lesiones en el cuello del útero, miomatosis o fibromas, así como lesiones en la mama, con el cáncer de mama tomando especial relevancia a partir de los 40 años, ya que es la principal causa de muerte por cáncer en la mujer en Argentina y en el mundo.

Por otro lado, explicó que el cáncer de cuello de útero es prevenible. «Esto se soluciona primero como prevención primaria antes de que aparezca la infección inclusive, que eso se hace con la vacunación para el virus HPV, que está en el calendario nacional para niñas y varones a partir de los 11 años. Y de hecho, hoy día es una sola dosis, así que ni siquiera hay que estresarse, pero hay que ir y vacunar. Y después, con eso uno trataría de que no aparezca. Y después tenemos la prevención secundaria, que es cuando ya la lesión aparece, entonces ahí lo que se trata es de prevenir la progresión hacia un cáncer y eso es con el Papa Nicolau.», indicó.

Sin embargo, resaltó que la parte que falta es la concientización para generar la adherencia, es decir, «que la mujer o la persona con útero llegue a la consulta médica. Porque hay veces que pasa que las mujeres identifican el PAP como parte del control en el embarazo, pero en realidad debe realizarse una vez al año.

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