Alberto baja línea

Dia uno
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Un 98% de los ciudadanos de la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense están de acuerdo con el aislamiento social preventivo frente a la pandemia del COVID-19, según una encuesta de la Universidad Católica Argentina (UCA), dada a conocer ayer. Estos datos indican que la actual ofensiva mediática contra la continuidad de la cuarentena, justo cuando el gobierno nacional, aliado a los gobernadores, impulsa la reapertura de actividades en la mayor parte del país, responde a intereses políticos. En este contexto, la llegada del presidente Alberto Fernández a Misiones, este jueves, subraya la decisión política de sostener con hechos la alianza con los gobernadores como un componente central de su gobierno. En un proceso cambiante, en que la aparición de la pandemia obligó a readaptar la hoja de ruta trazada al conformarse el Frente de Todos, la sintonía del gobernador Herrera Ahuad con la estrategia sanitaria del gobierno central reafirmó los vínculos que había anudado el hoy presidente en su última visita a la provincia, entonces como candidato. Herrera Ahuad, quien definió a la relación con la Nación como “correcta de respeto y acompañamiento mutuo” –en declaraciones a FM de las Misiones- anticipó que espera tratar temas sustantivos en el encuentro y habría anuncios del Presidente. La crisis sanitaria que recorre el mundo, y que de acuerdo a la OMS tiene su epicentro en los países latinoamericanos, en la actual fase de expansión, domina “por prepotencia de trabajo” la agenda presidencial, pero no a expensas de la política. Lo hizo ver el presidente Fernández este martes, al hablar por primera vez del “día después de la pandemia”. En una entrevista con C5N, anunció que se está trabajando en “proponerles a los argentinos un nuevo contrato social, con igualdad y solidaridad”. Adelantó que la idea es un programa de cuatro puntos, uno de los cuales es “cambiar el sistema impositivo”. “Tenemos que ordenarlo, en la Argentina hay muchos impuestos y una simplificación le haría muy bien a las empresas”, resaltó, en un guiño hacia el empresariado. Dijo también que “el capitalismo mejor es aquel en que el empresario invierte para dar trabajo a todos, no el capitalismo financiero. Nosotros queremos volver a ese capitalismo mejor”.

El centro es otro

En la misma entrevista, Alberto se mostró satisfecho respecto a las relaciones con la directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional, (FMI), Krystalina Georgieva, y la negociación para la reestructuración de 66.300 millones de dólares en bonos de la deuda emitidos en jurisdicción extranjera, que lleva adelante el ministro de Economía Martín Guzmán. Aunque el país ya entró a un “default selectivo” oficial, la herencia financiera corrosiva del gobierno anterior, que sobrendeudó al país para financiar la fuga de capitales, no tendría hoy la centralidad que ostentaba el 10 de diciembre pasado; según explicó el economista Roberto Feletti en una reciente columna. “Hay una cincuentena de países emergentes que exteriorizan dificultades para cumplir con sus presupuestos financieros, el Banco Central Europeo emite euros para comprar bonos soberanos depreciados de los países de la UE; y la Bolsa de Estados Unidos no se desploma porque la Reserva Federal compra acciones”, destacó el economista, pintando el contraste entre el contexto financiero global de hoy y el que imperaba antes del coronavirus. Mientras la capacidad de pago de Argentina se complica con un -6,5% de caída del PBI proyectado para este año por el ministro Guzmán, y la incertidumbre de los que puede ocurrir en 2021; la reestructuración de la deuda en este contexto de caos, no tendría puntualmente incidencia respecto al desafío central en el corto plazo, recuperar la economía interna para revertir la crisis social de proporciones que dejó el macrismo y profundizó la pandemia. Ayer, martes, la caída del riesgo país que mide JP Morgan en 8,2 puntos, y la suba de las acciones argentinas que cotizan en Wall Street indicaban que los mercados financieros se inclinan a ver un acuerdo cercano.

Sacar las conclusiones

Frente a las críticas a la estrategia oficial, minoritarias pero amplificadas por la parafernalia mediática, Fernández no ignora el estado crítico de la economía, pero recuerda “la pandemia paralizó la economía, no la cuarentena”, atinada observación que respaldan las estadísticas de distintos países, como la caída del 6% del PBI y el 9% de desocupación en Suecia, pese a la inexistencia de cuarentena; o los más de 35 millones de desocupados en Estados Unidos. En declaraciones a una emisora porteña, el primer mandatario insistió, sin embargo, en lo que cree es el mensaje político de la pandemia: “El coronavirus dejó en evidencia la desigualdad y la injusticia en la Argentina. Desigualdad porque vemos sectores muy necesitados, son los que más padecen la enfermedad, porque viven hacinados, no acceden al agua, no tienen cloacas, viven en algunos casos caminando entre aguas servidas”, señaló. “La pandemia nos deja a todos una gran oportunidad de asumir lo que ocurre y corregirlo”. “Nosotros hemos ganado la elección y nosotros debemos impulsar ese cambio”, remarcó, y convocó a “diseñar otro modelo de país mucho más igualitario”. El más de 80% de imagen positiva del presidente, de acuerdo a una encuesta de Analogías, legitiman estas “bajadas de línea” del presidente en plena crisis.

Fuente: Misiones opina

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