Cuba enfrenta una crisis eléctrica crítica, con un déficit de generación del 50% y apagones masivos.
La crisis eléctrica en Cuba ha llegado a un punto crítico. El régimen, a través del ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, ha reconocido su incapacidad para solucionar el problema, calificándolo de “difícil y tenso”. Justamente, la falta de combustible y el colapso de las centrales termoeléctricas, muchas de las cuales no han recibido el mantenimiento adecuado desde hace décadas, han dejado a la isla en una situación alarmante. “Hay un déficit muy grande de generación”, admitió O Levy, quien además confirmó que el sistema nacional enfrenta un déficit de generación del 50% en las horas pico.
Un apagón masivo que afectó a 10 millones de cubanos
La situación se agravó el 18 de octubre, cuando un fallo en la principal central eléctrica de la isla provocó un apagón masivo que dejó a casi diez millones de habitantes sin electricidad durante cuatro días. En su intervención más reciente, O Levy aseguró que, aunque la afectación sería significativa en los días siguientes, no hay riesgo de un apagón total inminente. “El sistema está débil, hay un déficit muy grande de generación”, reiteró, pero descartó un colapso generalizado. Sin embargo, el contexto actual del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) presenta un déficit de 1.520 megavatios (MW) y la desconexión de 72 unidades de generación debido a la escasez de combustible.
Del mismo modo, la dependencia del petróleo venezolano ha sido un factor crítico en la crisis. La disminución de las importaciones de crudo desde Venezuela, aliado histórico de Cuba, ha dejado obsoletas las principales centrales de la isla. “Tenemos déficit de combustible, pero no estamos en cero”, aseguró O Levy, con enfasis que se han realizado contratos para asegurar una continuidad gradual en el suministro. No obstante, según datos oficiales, el 50.4% de la población enfrenta cortes eléctricos durante las horas de mayor demanda.
La peor crisis en Cuba en 30 años
Puntualmente, la isla atraviesa su peor crisis económica en 30 años, marcada por la escasez de alimentos, medicinas y una inflación descontrolada. Los cortes de electricidad han afectado gravemente a los sectores productivos y, a su vez, la vida diaria de los ciudadanos. La economía cubana ya se contrajo un 1.9% en 2023, y los prolongados apagones han intensificado no solo las dificultades económicas, sino también la frustración social, que se ha traducido en protestas antigubernamentales, Por eso, las manifestaciones de descontento por el apagón han crecido en respuesta a la crisis, siendo las más significativas las de julio de 2021.
En medio de esta difícil situación, México ha intervenido con envíos de petróleo a Cuba por razones humanitarias. Este gesto pone de manifiesto la dependencia de la isla de aliados extranjeros para mitigar su emergencia energética. A su vez, el régimen cubano ha recurrido a medidas temporales, como el alquiler de centrales eléctricas flotantes. Sin embargo, estas soluciones, aunque necesarias, son caras y altamente contaminantes, sin resolver los problemas estructurales del sistema eléctrico.
Con información de Infobae.