Las solicitudes de beneficios de desempleo en Estados Unidos sumaron 1.190.000 personas durante la última semana, el nivel más bajo desde que comenzó la pandemia, mientras que en Brasil la tasa de desocupación aumentó al 13,3% en el segundo trimestre del año.
El Departamento de Trabajo informó este jueves que los pedidos iniciales por subsidios al desempleo bajaron en 249.000 solicitudes respecto a la semana previa, de manera general en casi todos los estados, lo que sugiere que «el mercado laboral está mejorando», según reprodujo la agencia Bloomberg. La información se conoció un día antes de que se difundan las cifras finales de los niveles de empleo de julio.
El número total de trabajadores que perciben alguna ayuda por desempleo, en todos los programas vigentes, bajó en 844.000 personas y totaliza 16,1 millones de estadounidenses.
La caída fue la mayor en casi dos meses, una mejora después de semanas de estancamiento en niveles elevados.
Con reclamos que aún exceden un millón por semana, el mercado laboral tiene un largo camino para recuperarse por completo.
Los legisladores todavía están trabajando para lograr un paquete de estímulo que refuerce el tamaño de los cheques de desempleo de millones de estadounidenses, pero mientras tanto, los 600 dólares adicionales que han ayudado a mantener a flote los ingresos y los gastos en los últimos meses han vencido el 31 de julio.
Las negociaciones entre los republicanos y los demócratas en el Capitolio parecen estancadas y el presidente Donald Trump, amenazó hoy con actuar por su cuenta si no se llega a un acuerdo. La referente demócrata en la Cámara de Representantes intentó poner paños fríos y dijo que se avanza rápidamente hacia un acuerdo.
El mercado recibió con entusiasmo las cifras del mercado laboral y los tres índices bursátiles de Wall Street borraron las pérdidas en el año.
En tanto, en el país gobernado por Jai Bolsonaro, 12,8 millones de personas están sin trabajo, según los datos del segundo trimestre informados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE), según consigna la agencia EFE.
De acuerdo con el parte oficial, el aumento del índice de desocupación tiene relación directa con la pandemia de Covid-19, que ha llevado a decenas de miles de empresas a reducir sus nóminas o simplemente cerrar sus puertas.
El IBGE destacó que, durante los últimos tres meses, «todos los sectores económicos del país eliminaron puestos de trabajo, lo cual tuvo más incidencia en el comercio, que afectado por cuarentenas y otras medidas de aislamiento social cerró 2,1 millones de plazas».
El informe de esa institución estatal también advierte de que entre abril y junio el país registró una severa caída en el número de personas ocupadas, que bajó un 9,6 % en relación al trimestre anterior y se situó en un mínimo histórico de 83,9 millones.
Asimismo, se registró un récord entre los «desalentados», que es como el IBGE considera a las personas que han desistido de buscar un empleo y que se ubicaron en 5,7 millones para junio pasado.
Según el propio Gobierno, el mercado de trabajo en Brasil solo se comenzará a recuperar en la medida en que sean retomadas todas las actividades económicas, aunque de todos modos el proceso será lento mientras el país no supere la emergencia sanitaria.
Fuente: Telam