Con 13.140 contagios de coronavirus registrados en las últimas 24 horas, Brasil superó hoy al Reino Unido y se convirtió en el tercer país con más casos confirmados de la enfermedad en todo el mundo, se informó oficialmente.
Con ese resultado, Brasil acumuló 254.220 casos confirmados, reportó esta noche el Ministerio de Salud, y en la escala global quedó precedido únicamente por Estados Unidos (1,5 millones) y Rusia (290.678).
En menos de una semana, el país escaló del octavo al sexto lugar, luego al cuarto y finalmente al tercero entre aquellos con mayor cantidad de contagios de Covid-19.
Asimismo, con 16.972 muertes por coronavirus (674 en las últimas 24 horas), Brasil se mantenía sexto por cantidad de decesos, detrás de Estados Unidos, el Reino Unido, Italia, Francia y España.
La cantidad de casos puede dispararse a partir de mañana, debido a que los informados hoy corresponden a los detectados en los laboratorios ayer domingo, cuando hay menos personal asignado a esa tarea.
Mientras tanto, el país más grande de América latina continuó sumergido hoy en la polémica acerca de las políticas seguidas por el gobierno federal frente a la pandemia de coronavirus.
Por un lado, el ex ministro de Salud Luiz Mandetta reiteró que había alertado al presidente Jair Bolsonaro sobre la gravedad de la pandemia y aseguró que “nada de lo que está ocurriendo hoy es sorpresa” para las autoridades.
“Teníamos nuestros estudios de escenarios de números de casos y muertes; nada de lo que está ocurriendo hoy es sorpresa para el gobierno”, dijo Mandetta en una entrevista publicada hoy por el diario Folha de Sao Paulo.
Bolsonaro “claramente consideraba que la crisis económica proveniente de la de salud era inaceptable, por más que lo alertáramos de que era una enfermedad muy seria y que el número de casos podría sorprender”, señaló.
Mandetta explicó que el Ministerio de Salud comenzó en enero a advertir al mandatario sobre la gravedad del coronavirus y a emitir boletines diarios, pese a que entonces el asunto no generaba tanto interés.
“La primera impresión que tuve era que el gobierno no estaba tan interesado en el asunto y no le estaba dando la debida dimensión; tan sólo cuando ya estábamos con el virus y casos sumándose, en la segunda semana de marzo, percibieron que toda la sociedad estaba muy ligada al Ministerio como principal punto de referencia”, dijo.
“Es difícil coordinar un sistema como ministro si el presidente transmite otro mensaje”, reflexionó Mandetta, quien fue destituido el mes pasado y sucedido por el también médico Nelson Teich, que corrió la misma suerte este fin de semana y fue reemplazado interinamente por Eduardo Pazzuello, un general del Ejército sin experiencia en asuntos de salud pública.
Por otra parte, volvió hoy al tapete el tratamiento con cloroquina, una sustancia usada contra la malaria y el lupus cuya efectividad contra el coronavirus no está científicamente comprobada y se teme que cause daños secundarios, y que es insistentemente recomendada por Bolsonaro.
“Comenzamos a experimentarla con pacientes graves que ya estaban en los hospitales; por lo que sé de esos estudios, que aún no concluyeron, 33% de los pacientes tuvo que suspender el uso de cloroquina porque presentaron arritmia, algo que puede generar un paro (cardíaco)”, reveló Mandetta.
Paralelamente, la fiscalía de Paraupebas, en el sur del estado amazónico Pará, informó hoy que investigaba una denuncia según la cual policías distribuyeron sin cargo dosis de cloroquina
Paraupebas es la ciudad con mayor producto bruto interno en Brasil, debido a su actividad Minera, y Pará, donde al menos siete ciudades tuvieron que realizar el lockdown (bloqueo total de sus actividades) para contener los contagios, es el quinto estado con más casos en el país.
Este fin de semana, en una demostración favorable a Bolsonaro en Brasilia, los manifestantes le cantaron al presidente que la cloroquina “fue enviada por Jesús” para curar a los brasileños.
En tanto, el estado San Pablo, que concentra un tercio de las víctimas brasileñas de coronavirus, anunció que por ahora no adoptará el lockdown pese a que en algunas zonas llegó al 91% de ocupación de las camas de terapia intensiva.
En ese contexto, la ciudad de San Pablo, capital del estado homónimo y la urbe más poblada de Sudamérica, resolvió adelantar feriados a partir del miércoles, para permitir el cese de actividades casi total hasta el domingo.
Fuente: El Territorio