A tan solo cuatro días de nacida, fue sometida a su primera cirugía, una intervención que sería solo el comienzo de un largo proceso. El caso de Brunella es un testimonio de la importancia de la salud pública y la intervención temprana. Ésta es su historia.
Brunella Vivero es una niña misionera como cualquier otra en la comunidad: llena de energía, sueños y alegría. Sin embargo, desde sus primeros días de vida luchó contra una grave cardiopatía congénita. Hoy, a sus 9 años, es una actriz que se destaca en la comedia musical, pero su camino hacia la salud fue largo y lleno de desafíos.
La historia de Brunella comenzó cuando aún estaba en el vientre de su madre, Diana, quien durante una ecocardiografía de rutina descubrió que algo no estaba bien. “El dr. Lisandro Benmaor se dio cuenta de que el corazón de Brunella no iba bien. Algo estaba pasando y era algo grave”, recordó.
“Si ella no pasaba por ese ecocardio, se iba a morir”.— Diana Vivero, madre de Brunella.
Fue entonces cuando se encendió la alerta y, gracias a la intervención oportuna, los médicos detectaron la cardiopatía congénita que afectaba a la pequeña.
A tan solo cuatro días de nacida, fue sometida a su primera cirugía, una intervención que sería solo el comienzo de un largo proceso. “Brunella nació el 10 de mayo y cuatro días después tuvo su primera cirugía”, detalló su madre. Con el tiempo, serían tres las operaciones que salvarían la vida de la niña: a los seis meses, la segunda intervención y a los tres años, la última. A pesar de lo complicado de su situación, las cirugías fueron exitosas.
Hoy, con un corazón mucho más sano, vive una vida plena, sin tomar más que una aspirina por la noche, según comentó Diana.
Una de las claves para su pronta recuperación fue la Ley Provincial de Ecocardiografía Fetal, que se implementó en Misiones tras el impulso del presidente del Instituto de Previsión Social (IPS), Dr. Lisandro Benmaor. Esta ley establece que todas las embarazadas deben realizarse un ecocardiograma fetal entre las 16 y 28 semanas de gestación, sin importar si presentan o no condiciones de riesgo. Fue un factor crucial para detectar a tiempo la cardiopatía de Brunella. “Estoy bien gracias a la Ley Provincial de Ecocardiografía Fetal Obligatoria”, destacó la pequeña.
Su historia es también un testimonio de la importancia de la salud pública de calidad y de la intervención temprana. “Siempre digo que hay que pensar en positivo y valorar que tuvimos la posibilidad de hacernos esta ecografía”, expresó Diana. “Si ella no pasaba por ese ecocardio, se iba a morir. Ahora Brunella es una niña feliz, que ni siquiera toma medicamentos, y es un claro ejemplo de lo que esta ley puede lograr”, agregó emocionada.
Hoy en día, Brunella es un ejemplo de fortaleza y resiliencia, además de una talentosa joven que encontró su pasión en el escenario. “Hago comedia musical. Hace poco comencé hockey. Después hago inglés y voy a la kinesióloga”, contó. Su vida está llena de actividades y su futuro parece tan brillante como su presente.
