El equipo inglés superó por 3-1 al de Raphaël Wicky en Berna y lidera su grupo con puntaje ideal, por la tercera jornada del certamen. Al argentino le anularon un gol a instancias del VAR.
Manchester City, con el ingreso de Julián Álvarez, a quien le anularon un gol a través del VAR, le ganó 3-1 a Young Boys en el Stade de Suisse de Berna y lidera el Grupo G con puntaje ideal, por la tercera jornada de la Champions League 2023/24.
Manuel Akanji abrió el partido, Meschak Elia lo empató con un golazo «a lo Ángel Di María» y Erling Haaland sentenció el triunfo con un doblete. De esta manera, el equipo de Pep Guardiola puso rumbo a los octavos de final y el delantero noruego rompió una racha de cinco encuentros consecutivos sin marcar en la máxima competición continental.
A los tres minutos del segundo tiempo, Akanji no desaprovechó un balón rechazado por el larguero tras una nueva parada de Anthony Racioppi a un remate de cabeza de Ruben Dias para establecer el 0-1.
Un gol que parecía garantizar una plácida noche para los de Guardiola, que sin embargo, cuatro minutos después se vieron inmersos en un inesperado problema, tras ver como el congoleño Elia igualó (1-1) la contienda, tras resolver un fulgurante contragolpe con una sensacional vaselina.
Empate que propicio los mejores momentos de Young Boys que envalentonado por el resultado, buscó como no había hecho hasta entonces la portería de un Manchester City incapaz de asimilar lo ocurrido en el partido.
Julián ingresó y apenas dos minutos después, a los 28, logró marcar: tras una pared con Haaland, definió cruzado y convirtió el 3-1 parcial a favor de la visita. Sin embargo, desde el VAR advirtieron una mano previa de Jack Grealish en el inicio de la jugada. El árbitro Morten Krogh revisó la situación y finalmente anularon el gol del Araña, que lleva tres tantos en esta edición de la Champions League.
Una perplejidad de la que se encargó de rescatar al equipo inglés el centrocampista español Rodri, víctima a los 65 minutos de un innecesario penal de Mohamed Camara, que Haaland de encargó de convertir en el momentáneo 1-2.
No fue el mejor lanzamiento desde los 12 pasos, ya que Racioppi pareció incluso tocar la pelota, pero la potencia del remate hizo imposible que no acabase en la red.
Todo un alivio para Haaland, que, pese a que volvió a resolver mal dos nuevas oportunidades que dispuso, a cuatro minutos para el final demostró el porqué de su condición como uno de los mejores delanteros del mundo con un sensacional remate que significó el definitivo 1-3.