En silencio y durante el horario del recreo de las 10.30 las alumnas expresaron con carteles el motivo por el que decidieron movilizarse: “¡Te cansás de oírlo, nosotras de vivirlo!”, “Ya nada me calla, ya todo me sobra. Si tocan a una respondemos todas”, “No al acoso, no al abuso” fueron algunas de las expresiones plasmadas en cartulinas de colores.
Según fuentes consultadas, esta manifestación es la reacción de las adolescentes a una situación de acoso que se daba en un curso y que sufrieron durante varios meses en silencio hasta que pasó a las redes y se convirtió en ciberbullying.
El primer paso de las adolescentes fue exponer lo que estaban padeciendo a las autoridades educativas. Lo hicieron a través de una nota donde compartieron algunas capturas de pantallas de las imágenes, videos y comentarios realizados por algunos de sus compañeros.
“Tomamos intervención”
El asesor legal y rector del Roque González, el sacerdote Juan Rajimon, confirmó que hace algunos días la institución tomó conocimiento de lo que estaba ocurriendo desde hace ya varios meses.
“Ni bien nos enteramos, tomamos intervención en esta situación en la que por estar involucrados menores hay que preservar la integridad e identidad de todos, según nos indica la ley y el protocolo que debemos seguir en estas situaciones. Por esta misma razón, no puedo dar precisiones pero sí puedo asegurar que todas las personas involucradas están siendo citadas y atendidas en forma individual por un equipo de psicólogos y psicopedagogos; también estamos trabajando en grupos y donde hay que tomar medidas disciplinarias, ya se están tomando y se seguirán tomando en los próximos días”.
Rajimon contó además que se “está poniendo más enfoque y seguimiento en los cursos, pasillos y todo lo que está en nuestro alcance para resguardar la integridad de todos los menores”. Advirtió que “el tema de las redes es complejo y debemos abordarlo pese a que escapa a la institución educativa. Pero todo lo que ocurre en el ámbito educativo es materia de formación, creo que todas estas situaciones son herramientas para que podamos educar y formar a los niños, adolescentes y jóvenes”.
En el marco de la ley y un protocolo de acción
En tanto, según precisó, el protocolo a seguir en estos casos incluye como primer paso la escucha a los alumnos, la escucha del grupo… “porque también hay un abordaje a nivel grupal, comenzamos talleres con los alumnos con un equipo especializado, hoy (por ayer) se realizó una charla sobre ciberbullying con un grupo”. También se convocó a los padres, “ayer (por el miércoles) nos reunimos con los padres y se explicó todo lo sucedido, siempre preservando la integridad de los menores”.
Antes de hablar de sanciones, que no las descarta, Rajimon remarcó la importancia de abordar todas estas situaciones como formativas “hay que abordar todos los problemas, entender que son multicausales y que debemos analizarlos porque involucra a personas, en este caso a menores. Nuestra institución educa y no decimos que no puedan surgir problemas, y de hecho surgen estos problemas, pero lo importante es agudizar la mirada, el acompañamiento y el abordaje grupal de estas situaciones, siempre buscando profesionales expertos en el tema”.
Sin soluciones instantáneas
Consultado acerca del malestar de las alumnas y sus familias por lo que percibieron como falta de respuesta por parte de la institución ante la compleja situación expuesta ante las autoridades del establecimiento educativo, el rector analizó que “muchas veces no tenemos una respuesta o no tomamos medidas de un día para otro, porque lo cierto es que no hay una solución instantánea que podamos dar en un día… se trata de personas y tanto el que se equivocó, cometió un error grave o menos grave, sigue siendo una persona que necesita atención y comprensión… lo mismo que los que sufrieron”.
Vale recordar que la madre de una de las alumnas hizo una denuncia por el acoso sufrido por su hija en el aula. La situación ya excedió el ámbito escolar.
“Al hablar con mi hija me entero que estas cosas que pasan desde principio de año. No sólo es algo de capturas de un chat, las chicas denunciaron que sufrieron abuso verbal todo el tiempo y en el aula lo tomaban como algo normal”.
Antes de la denuncia, detalló que las chicas “expusieron lo que pasaba en un grupo privado con sus compañeros. Luego, cada padre comenzó a preguntar a sus hijos. En mi caso, al hablar con mi hija me entero de cosas que pasan desde principio de año. Le levantaban la pollera, buscaban sacarle fotos y cuando iban a sentarse les ponían las manos para tocarlas”.
Esta madre aseguró que ni bien se enteró de la situación, lo que ocurrió a principio de esta semana, “fui a la Policía y lo denuncié el martes. Al contarles lo que pasó, me preguntaron si debajo de la pollera tenía short. Eso es algo irrelevante, porque nada tiene que ver, sigue siendo un acoso. Los padres ahora están horrorizados porque esto tomó estado público, pero hubieran educado antes a sus hijos”.
Luego de hacerse público aseguró que “los varones de este grupo están asustados y no las molestan más”. Remarcó además que “en ningún momento la intención fue exponer a ninguno, porque seguramente el nombre de mi hija debe estar por todos lados”.
Opinó que “esto pasó por no tomar cartas en el asunto, porque estos chicos hicieron lo que quisieron. En el Colegio le dijeron que van a hacer talleres, que las apoyan, pero no vemos correctivos y las clases siguen normalmente”.
Actuación de oficio
El juez César Jiménez actuará de oficio ante las denuncias hechas públicas por las alumnas del Roque. “Ante la imposibilidad de contar con la denuncia, me constituiré en el día de mañana en la institución escolar”, anticipó.
Fuente: Primera Edicion