Colocan crespón negro en un teatro de Bahía Blanca que se convertiría en verdulería

Dia uno
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Un crespón negro pintado en las cortinas metálicas del acceso principal y un cartel que reza «Próximamente Verdulería del Teatro» fueron colocados en un teatro de la ciudad de Bahía Blanca, como una forma de reclamar debido a que se encuentra cerrado y sin ninguna actividad desde que comenzó la pandemia.

Se trata del Teatro Don Bosco, ubicado en la intersección de las calles Rondeau y Vieytes, en el centro de la ciudad, cuyas instalaciones permanecen cerradas desde el pasado 12 de marzo y en donde la última función fue ofrecida en diciembre del 2019.

Hace ocho meses que no vendemos entradas, el último espectáculo fue en diciembre y había programado 63 desde marzo a julio en Bahía Blanca y la región.

DANIEL VOLPE

«Rotos los nudillos de golpear puertas y que no las abran, es una forma de llamar la atención más que a las autoridades que no responden sino al ciudadano sobre la situación terminal que se está viviendo no sólo en Bahía Blanca sino en todo el país», señaló hoy a Télam el encargado de la sala, Daniel Volpe, sobre la colocación del cartel y del crespón.

Volpe dijo que «hace ocho meses que no vendemos entradas, el último espectáculo fue en diciembre y había programado 63 desde marzo a julio en Bahía Blanca y la región».

Según indicó desde el 12 de marzo debido a la pandemia por el coronavirus el teatro permanece cerrado.

El empresario con vasta trayectoria en esta ciudad ya que además es productor de espectáculos y publicista agregó que «en estos cinco años de concesión del teatro le habíamos cambiado las 1.300 butacas, la red de agua, luz, cortinados y vestuarios», entre otras modificaciones y arreglos.

«En el Don Bosco trabajaban cada vez que hay una obra de teatro unas 20 personas; cuando hay recitales más de 50 personas, entre técnicos, de boletería, entre otros», agregó.

El crespón que simboliza la crisis

El crespón que simboliza la crisis

Volpe dijo que «la actividad es terminal, uno hasta el momento ha podido estirar manos y ayudar pero después de ocho meses la situación es dramática y no hay soluciones».

«No hay protocolo, no hay atención por parte de quienes deberían dar alternativas, mandamos en conjunto con productores de la ciudad notas detallando lo que necesitaríamos», comentó y dijo que «necesitaríamos un crédito blando que nos permita poder pagar los gastos y mantener la estructura, nunca hubo una respuesta».

Por último expresó que «recurrimos a esta idea creativa para poder llamar la atención pero hasta el momento nadie nos llamó».

Fuente: Télam

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