Comer una hamburguesa para ayudar a otros a estudiar

Dia uno
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El viernes 28 volverá a repetirse una escena que, desde hace años, une a miles de argentinos alrededor de una idea simple y poderosa: comer una hamburguesa para transformar realidades. Será una nueva edición del Gran Día, la jornada solidaria que McDonald’s impulsa en todo el país y cuya recaudación por la venta de la Big Mac se destina a organizaciones que trabajan con niños y adolescentes en contextos vulnerables. Este año, una de esas organizaciones es Fundación Cimientos, institución que lleva casi tres décadas acompañando trayectorias educativas en todo el territorio nacional.

“A mí me gusta llamarlo el día de la jornada solidaria para todos los argentinos, porque realmente podemos transmitir un espíritu de unión: comiendo una Big Mac ayudamos a dos buenas causas”, dijo a El Territorio Mercedes Méndez Ribas, directora ejecutiva de la fundación.

Una red que sostiene lo esencial: terminar la secundaria

Cimientos nació hace 28 años con una premisa concreta: que más jóvenes lleguen al título secundario y puedan proyectar futuro. Su trabajo es federal, sostenido pormás de 120 profesionales, de los cuales la mitad está en territorio. Los números que comparten dan dimensión al desafío:

  • Sólo 3 de cada 10 estudiantes de sectores vulnerables logran terminar el secundario.
  • En situaciones de mayor fragilidad,el abandono alcanza a 7 de cada 10 adolescentes.

Frente a esto, Cimientos acompaña todos los meses —de manera presencial y personalizada— a 3.000 adolescentes, y llega a 8.000 jóvenes a través de todos sus programas. “Cuando un chico obtiene el título secundario, duplica sus chances de conseguir empleo formal. Y si además cuenta con una red de contactos y contención, esas oportunidades crecen todavía más”, explicó Méndez Ribas.

El acompañamiento incluye tutorías, orientación vocacional, seguimiento en los dos últimos años de secundaria y capacitación para el mundo laboral. La directora lo ejemplificó con la historia de Mateo, un joven de 18 años que participó en un curso sobre armado de CV, entrevistas y habilidades blandas. “Consiguió su primer trabajo. Sobre todo,se animó, y eso en contextos donde no existe una red familiar que pueda orientar, hace toda la diferencia”, señaló.

Cimientos en Misiones: el rol de la red local

En Misiones, el programa se implementa a través de la organización aliada Brazos Abiertos, que implementa en Misiones el programa Futuros Egresados. La vía de acceso es directa: acercarse a la escuela donde el estudiante está matriculado o consultar las redes de la fundación (@fundacioncimientos) o la página web www.cimientos.org donde se difunden cursos, inscripciones y oportunidades laborales.

Más allá de los indicadores —que muestran que80% de los estudiantes acompañados llega al título secundario y que 83% sigue estudiando o consigue empleo al año siguiente—, Méndez Ribas subraya un aspecto emocional: los jóvenes que vuelven.
Entre ellos está Héctor, becado a los 13 años. Hoy, graduado y con carrera universitaria, es padrino de un estudiante en la misma escuela en la que comenzó. “Es muy emocionante ver ese regreso; cuando el paso del tiempo confirma que el acompañamiento cambia vidas”, expresó.

Una fecha para participar

Por eso el Gran Día se vuelve clave para sostener y ampliar los programas. Cada Big Mac vendida se transforma en horas de tutorías, cursos, becas y acompañamiento para adolescentes de todo el país.

“Nosotros no hacemos política pública; aportamos modelos que funcionan y trabajamos junto a escuelas, ministerios y empresas para que lleguen a más chicos. Esto solo se logra si todos nos involucramos”, remarcó la directora.

El 28 de noviembre, comer una hamburguesa será mucho más que un gesto simbólico: será una manera concreta de acercar a miles de jóvenes a un futuro posible.

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