Cómo funciona el ATLAS 2030, el primer exoesqueleto infantil del mundo

Dia uno
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Una empresa de robótica española está revolucionando las terapias de rehabilitación en niños que sufren enfermedades neurológicas que le impiden la movilidad gracias a un innovador exoesqueleto pediátrico. El dispositivo ha sido testado con éxito en ensayos clínicos en hospitales de referencia en España y Francia. Aunque para que se vuelva accesible será calve que su creadores consigan nuevas inversiones.

El exoesqueleto ATLAS 2030 fue desarrollado por Marsi Bionics, una statup que surgió a raíz del trabajo del Centro de Automática y Robótica, un centro mixto de la Universidad Politécnica de Madrid y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España. El invento ha recibido varios premios internacionales y la atención de todos los medios. Hasta ahora, todos los exoesqueletos que existían en el mercado eran aplicables a adultos, pero ninguno podía ser usado en niños.

Durante los ensayos clínicos, seis niños ya testaron el exoesqueleto como parte de su terapia física. Tres de ellos padecían Atrofia Muscular Espinal y otros tres Parálisis Cerebral Espástica, enfermedades que causan hipotonía (falta de tono muscular) y espasticidad (mucha rigidez).

“Con estos pacientes, el trabajo físico es vital”, agregó la científica. “El exoesqueleto obtiene un trabajo más completo, más motivador. Para un niño no es lo mismo una rehabilitación clásica que la posibilidad de ejercitar sus capacidades siendo independientes con esta herramienta que se mueve, interpretando la intención del movimiento”, dijo García Armada“El niño disfruta siendo independiente, juega dentro de la terapia y con ello conseguimos mejores resultados”.

“Los niños se sienten llenos de energía cuando usan el exoesqueleto e incide tanto en su autoestima y satisfacción personal, como en su estado físico”, agregó.

Los ensayos demostraron que el exoesqueleto también puede ser usado para tratar otras afecciones como miopatías, distrofias o daños neurológicos crónicos. Así, podrían beneficiarse del tratamiento más de 17 millones de niños y niñas en el mundo que están afectados por patologías que les impiden la movilidad.

En 2021 se abrió una nueva etapa para la empresa. Marsi Bionics dejó de ser una firma de innovación y desarrollo para convertirse en una compañía que vende tecnología médica en el mercado. Para lograrlo, la empresa abrió un crowdfunding para poder seguir financiando el tratamiento de los niños. El problema es que, al haber una demanda menor que para los adultos, es más difícil disponer de recursos para desarrollar exoesqueletos.

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