¿Cómo superar una relación tóxica? Qué significa esto y las señales para identificarla

Dia uno
Dia uno

Casi todos conocemos a alguien que haya estado en una relación tóxica, si es que no fue uno quien estuvo allí. Este tipo de relaciones no se producen únicamente en el plano amoroso. También las encontramos en el trabajo, la amistad o en la familia, y pueden realmente volverse muy dañinas. 

«Uno son el torturador y el torturado. El torturador se equivoca, porque cree no participar en el sufrimiento; el torturado se equivoca, porque cree no participar en la culpa».  Schopenhauer

¿Qué es una relación tóxica?

Las relaciones tóxicas son relaciones en las que ambas partes son incapaces, por alguna razón, de impedir hacerse daño. Podríamos definirlas como relaciones en las que ambas partes son incapaces de lograr un trato de igual a igual. Una de las partes se termina “aprovechando” de la otra, es decir que solo uno de los dos saca algún beneficio.

La persona en cuestión empieza por ver únicamente su propio interés, se propone manipular e intenta controlar todo o simplemente sacar provecho de las cosas, personas o situaciones.

Yo siempre digo que para que un vínculo se sostenga, hacen falta dos personas. El Dr. Hugo Marietán, psiquiatra, aborda las relaciones tóxicas, desde el concepto de psicópata. Y aquí en este punto, coincido bastante.

El psicópata ve al otro como una cosa de su pertenencia, a su disposición y sin necesidad de una lógica que fundamente esta postura. Debe ser así y punto. El complementario se considera a sí mismo y a su pareja, como persona.

No sabe que está con un psicópata. Pueden parecerle raras algunas conductas, pero no puede salir fuera del sistema para evaluar y concluir: «Es un psicópata». Por considerarlo un igual es que hace el razonamiento equivocado: «No entiendo por qué hizo esto, yo en su lugar…». Y sufre pensando en un error o esperando una disculpa; quiere ser considerado por el psicópata como una persona, lo cual es una ilusión, algo imposible de lograr.

No se puede comprender, empáticamente, la mente de un psicópata.

¿Cómo saber si tu pareja es una persona tóxica?

En general, las relaciones tóxicas no se ven tan fácilmente, no son de las cosas que uno pueda ver a primera vista. De hecho, están disfrazadas, por ejemplo, de hombres amorosos, serviciales, encantadores, cariñosos, o mujeres amorosas, super madres, las combinaciones son miles. Pero hay algo que tienen en común: estas personas incomodan, y se siente que algo no está bien.

Al principio son complejas de detectar, ya que no comienzan de manera conflictiva, sino todo lo contrario, comienzan con encantamiento y todo color rosa. Pero con el tiempo se vuelven insoportables.

Muchas veces las personas involucradas no dan cuenta del grado de toxicidad en el cual están metidos. Tampoco de lo tóxico que se está generando entre ellos.

Además, y para mí una de las partes más complejas de esta problemática, existe la dependencia emocional y baja autoestima que se genera en estos cuadros. Esto convierte a estas relaciones en trampas de las que no se puede salir fácilmente.

¿Cómo saber si una persona es tóxica?

Las características que más representan a estas personas son:

  • Menosprecio y denigración: El menosprecio se puede dar a través del humor, mediante burlas, desacreditando toda creencia de la otra persona. Denigración al nivel que todo lo que uno dice parece poco interesante y extremadamente inferior.
  • Intimidación y control: Aquí se utiliza el tan mencionado “chantaje emocional”. Sería utilizar un simple pretexto para agarrarse de aquello y hacer sentir mal al otro incluso por días. Nunca se sabe que es lo que puede ser que haga poner furioso o perder el control al otro. Juegan y especulan con ese temor. La persona siente que debe cuidarse siempre en que decir y hacer.
  • Inducción de culpa: En una relación tóxica, una de las personas puede inducir la culpa en el otro, y con esto, trata de obtener control. Cada vez que hace algo que hace sentir mal a la otra persona, intentará hacerla sentir culpable por la situación. 
  • Excesiva independencia – no tener en cuenta al otro: Para estas personas, compartir lo que hizo en su día o anunciar lo que hará, lo expone a que el otro lo controle y por lo tanto, a perder su independencia. Esto necesariamente hará sentir insegura a la persona que tiene al lado. Nunca se sabe si está realmente comprometido emocionalmente o no.
  • Actitud utilitaria: Se utiliza al otro para obtener lo que se quiere. Y la otra parte intenta complacerlo constantemente sin nunca conseguirlo. Solo uno obtiene beneficios. Las personas que utilizan al otro, absorben la energía y tienden a dejar la relación cuando encuentran a alguien más que pueda hacer aún más por ellos.
  • Actitud posesiva y controladora: Las personas posesivas, en general, son cada vez más sospechosas y controladoras. Por ejemplo, revisan los teléfonos, huelen la ropa, intentan controlar la agenda del otro, etc. Estas personas, más que estar en una relación con otro, quieren poseerla. 

¿Cómo superar una relación tóxica?

Mi recomendación es entrar en “contacto cero”. No son vínculos de los que uno pueda despedirse gradualmente o hacer duelos interminables con idas y venidas. El problema es cuando el anclaje es realmente muy fuerte. Acá en general es el psicópata quien termina la relación. Solo así el vínculo logra terminarse.

Marietan dice: La otra forma es cuando el hartazgo es muy fuerte en el complementario, o sea que el sufrimiento supera ampliamente a los beneficios que obtiene de su psicópata. Aquí es cuando el complementario pide ayuda. La intervención del terapeuta en este caso, al ser un tipo de relación atípica, debe ser también atípica. No se puede tratar de manera estándar un vínculo que no lo es.”

La recomendación del contacto cero es básicamente para no reiniciar un circuito muy fácil de caer, en el cual cuando se vuelve a ver a la persona tóxica en cuestión las tentaciones son múltiples, y la vulnerabilidad toca la puerta.

Recomendaciones de una terapeuta 

Si la relación en la que te encontrás te hace sentir mal de cierta forma, o te sentís juzgado constantemente, desvalorizado, manipulado, acosado, maltratado, o sentís un vacío inexplicable luego de verte con la persona tóxica, es momento de correrte de allí. Estás a tiempo, aún podés elegirte, cuidarte y priorizarte.

No va a ser un camino fácil. Seguro habrá mucha pena, tristeza y desolación, ya que esta persona ocupa casi todo en tu vida. Es importante poder preguntarse genuinamente si uno es feliz en el lugar y con la persona que está, o simplemente está cómodo, acostumbrado o gozando de ciertos beneficios.

Es importante buscar la manera de salir de allí. Nunca dejes de pedir ayuda, amigos, familia, o a un profesional de la salud mental.

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