Un proyecto conjunto que conducen científicos del Conicet en el Instituto Leloir y en la Universidad Nacional de San Martín se propone desarrollar los primeros tests de coronavirus en el país. Desde aquí, los resultados que determinen si una persona está o estuvo infectada, según se prevé, podrán obtenerse a través de un examen sencillo y económico. De estar listos, incluso, podrían fabricarse en serie a bajo costo, lo que eliminaría la necesidad de importarlos. Un dato no menor en un contexto de cuarentena también económica.
Los investigadores lograron producir y purificar cantidades considerables de proteínas –denominadas Spike (“S”)– del coronavirus (SARS-CoV-2) y, con eso, cumplieron con un eslabón decisivo para conseguir fabricar, a corto plazo, tests serológicos de bandera. Los resultados fueron logrados en el marco de la conformación de la “Unidad Coronavirus Covid-19”; un espacio que fue impulsado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCyT), el Conicet y la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, con el objetivo de desarrollar conocimientos y tecnologías que, a todos los niveles, contribuyan a combatir la pandemia.
¿Para qué sirve el test? Cuando los virus ingresan al cuerpo, éste desarrolla herramientas para poder defenderse. El sistema inmune, en condiciones normales, es el encargado de generar anticuerpos que neutralizan los ataques de los patógenos y les impiden adueñarse de las células para hacerlas trabajar en su beneficio. Precisamente, el test en el que están trabajando los expertos del Conicet –entre los que se encuentran Andrea Gamarnik, Marcelo Yanovsky y Julio Caramelo– podrá identificar esos anticuerpos en la sangre. Una huella clave que habilitará a los especialistas de la salud, en un paso posterior, saber si el individuo que suministra la muestra está o estuvo infectado, pese a haber o no manifestado síntomas.
Podrá ser útil, además, porque brindará datos útiles acerca del modo en que la pandemia avanza en la población e información crucial para saber cómo responde el sistema inmunológico humano ante un virus que la ciencia, a pesar de los desarrollos, recién está conociendo.
La proteína con la que trabajan fue bautizada Spike y es la encargada de habilitar el ingreso del virus a las células. En los laboratorios, pusieron a “S” en contacto con suero o plasma humano y, luego, chequearon si se revelaban los anticuerpos específicos que habitualmente se generan en presencia del virus. Los resultados fueron positivos así que hay margen para ser optimistas. Es la misma proteína, por caso, en la que trabajaron los especialistas de la Universidad de Pittsburgh (EE.UU.) –que ayer publicaron su paper en The Lancet— para diseñar la vacuna contra coronavirus que ya demostró su efectividad en ratones y, a futuro, podría funcionar para humanos.
Este diagnóstico que ejecuta el análisis serológico permitirá trazar estadísticas fiables para conocer, en rigor de verdad, cuánta gente se contagió de SARS-CoV-2. Ya se ha probado in vitro y los próximos pasos se vincularán con la realización de ensayos a mayor escala. Vale destacar que, a diferencia de los que actualmente emplea, por ejemplo, el Instituto Malbrán (con tecnología Reacción en Cadena de Polimerasa, PCR por sus siglas en inglés), éstos son menos sensibles para identificar la infección porque no detectan al virus sino a los anticuerpos. De cualquier manera, tantos los tests diagnósticos como los serológicos podrán emplearse como recursos complementarios en esta lucha diaria para achatar la curva de contagios.