Las condenas reflejan el desmantelamiento de una compleja red de tráfico de drogas que operaba desde Puerto Iguazú hacia distintas provincias argentinas, con fuertes lazos familiares dentro de la organización. Las penas también incluyen multas y decomisos de bienes utilizados para el delito.
El Tribunal Oral Federal de Corrientes dictó condenas de entre 4 y 9 años de prisión para seis personas involucradas en el tráfico de marihuana, cocaína, hachís y éxtasis. Los implicados operaban mediante encomiendas enviadas desde Puerto Iguazú y forman parte de dos organizaciones delictivas transnacionales con conexiones en Paraguay. Los líderes de estas bandas ya cumplían penas por delitos similares.
Juan Marcos Brites recibió la pena más severa: 9 años de prisión y una multa de 1.400.000 pesos por ser autor del delito de comercialización de estupefacientes. Durante el juicio, Hernán Leonardo Brites y Rosana Santacruz Caballero fueron absueltos.
Los jueces Manuel Iglesias, Víctor Alonso y Fermín Ceroleni ordenaron el decomiso de bienes y dinero utilizados en el delito, cuyos fundamentos se conocerán el 4 de noviembre.
En juicios abreviados realizados en marzo y mayo, Fidelina Rubini, José Luis Vázquez, Fabián Rojas y Eladia Débora Soledad Brites también fueron condenados a 6 años de prisión y al pago de multas de 30.000 pesos cada uno. Isis Mayerlin Rangel, pareja de Brites, fue condenada a 4 años por lavado de activos.
Las organizaciones adquirían las sustancias en Paraguay y las introducían al país por pasos no habilitados. Luego, las drogas se comercializaban en Puerto Iguazú y otras provincias. Brites y Vázquez, líderes de las bandas, operaban desde prisiones federales.
Parte del dinero ilícito se invertía en préstamos ilegales y en un club nocturno, donde también se vendían drogas. El tráfico involucraba a familiares de Brites, quienes almacenaban y distribuían las sustancias. Las drogas se enviaban a diferentes provincias a través de encomiendas y el “Native Club” servía como punto de venta.