¿Cuál es el origen de los Piercings?

Dia uno
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Un viaje a los inicios de esta práctica tan habitual de la actualidad.

Hoy en día no nos asombramos si vemos a alguien con piercings. Se trata de algo totalmente generalizado en la cultura occidental, igual que sucede con los tatuajes y otros adornos corporales. Sin embargo ¿fue siempre así?

El origen de los piercings o perforaciones se remonta a hace miles de años, cuando los primeros humanos poblaron la tierra. No se trataba de mera estética, sino que estos adornos estaban relacionados con significados mucho más profundos, a menudo ligados a la religión y a las etapas de la vida y su transición. Si te interesa conocer cuál es el origen de los piercings, sigue leyendo. Te proponemos un viaje a los inicios de esta práctica tan habitual en la actualidad.

El origen de los piercings: cuando el ser humano empezó a perforarse el cuerpo

La palabra piercing es un anglicismo que proviene del verbo to pierce (atravesar, perforar) en su forma de gerundio, que indica acción. Por tanto, cuando hablamos de piercing hacemos referencia al acto de perforar, pero actualmente el significado se extiende al objeto en cuestión con el que adornamos el cuerpo. Existen diversos tipos de piercings. Los más famosos son los que se colocan en las aletas de la nariz, en las cejas y en los labios, pero también encontramos piercings en la lengua, en los pezones y en los genitales; zonas a priori asombrosas, pero de las que, si indagamos un poco, encontramos algunos testimonios en la historia.

No podemos olvidar tampoco que los clásicos pendientes de las orejas, que han estado normalizados en la tradición occidental desde antiguo, son también piercings, puesto que se trata igualmente de perforaciones de la carne. Es habitual hoy en día encontrar personas que no se limitan a un solo pendiente, sino que se perforan varias partes de la oreja para aumentar la cantidad de piercings. Pero ¿cuál es el origen de los piercings? ¿Cuándo y dónde empezaron a utilizarse? ¿Cuál era su significado?

Perforando la piel desde el Neolítico

Podemos decir que el piercing es tan antiguo como la cultura humana, pues se han encontrado esqueletos de individuos que vivieron en la Prehistoria con evidencias de haber ostentado un adorno semejante. Por ejemplo, recientemente se han descubierto restos humanos en la actual Turquía que datan de hace unos 11.000 años y que tenían al lado de sus orejas y boca, como ajuar funerario, objetos decorativos que se han interpretado como piercings. Por otro lado, el pronunciado desgaste que los expertos han observado en sus incisivos inferiores es parecido al que se produce cuando se ostenta un adorno con perforación.

Estos hallazgos confirman que, durante el Neolítico, las personas ya llevaban piercings en su cuerpo. Ahora bien ¿cuál era su significado? ¿Era un mero adorno, como podríamos llevarlos ahora, o poseían un simbolismo concreto?

En realidad, el hecho de que todos los individuos encontrados con piercings cerca fueran adultos lleva a pensar que estas perforaciones obedecerían más bien a un ritual de traspaso de la niñez a la edad adulta, algo bastante común en muchas culturas que usaban las perforaciones como marcaje de tránsito vital.

¿Cuál era el significado de los primeros piercings?

Existen muchas teorías al respecto y, a menudo, los antropólogos no se ponen de acuerdo. El hecho es que la costumbre de perforar la carne y adornarla permaneció en muchas culturas, y algunas siguen manteniéndola hoy.

Los motivos son diversos, pero, entre ellos, podemos destacar tres: primero, los ritos de tránsito; segundo, el piercing como testimonio de un estado espiritual superior; y, finalmente, el piercing como símbolo de pertenencia. Veámoslos uno por uno.

Ritos de tránsito

Esta teoría encajaría con la realidad de muchas comunidades primitivas actuales, que continúan perforándose la piel para celebrar el paso del niño al adulto. Desde antiguo, la pubertad y, por tanto, el inicio de la actividad sexual, ha sido un tránsito de gran importancia, hasta el punto de que muchas culturas sometían (y someten) al joven a diversas pruebas para “certificar” su paso a la vida adulta. Por ejemplo, algunas tribus de Borneo perforaban los genitales de los muchachos como símbolo de que ya no eran niños.

Algunos antropólogos aventuran que el origen de esta práctica se encuentra en el ritual del dolor, común en muchas culturas. Para demostrar que realmente está preparado para enfrentar la vida adulta y los problemas y sufrimientos que conlleva, el joven debe probar que es capaz de aguantar el dolor. En este sentido, la perforación de la carne no sería otra cosa que una prueba de su capacidad de tolerancia al dolor; es decir, una prueba de su “adultez”.

Estado espiritual superior

Otro de los orígenes del piercing es su simbología religiosa. En este caso, el uso de estos adornos estaría relacionado con la conexión con un estado espiritual superior, una especie de trance, reservado a sacerdotes o a personas que hubieran alcanzado tan alto grado de espiritualidad.

La cultura maya del periodo clásico destaca especialmente por su profusa decoración corporal, tanto mediante los tatuajes como las perforaciones en diversas partes del cuerpo. Entre otros, destacan especialmente las incrustaciones de piedra de jade en los dientes y los piercings que ostentaban en la lengua. Algunos antropólogos consideran que esta costumbre estaba relacionada con prácticas religiosas, pero otros se inclinan más bien a verlo como parte de la estética maya y de la plasmación del estatus social del individuo.

Los pueblos Nuba, ubicados en Sudán, decoran la totalidad de su cuerpo con pinturas, tatuajes y piercings, bien sea como manifestación de ritos religiosos, bien sea también para mostrar su estatus.

Pero, probablemente, uno de los ritos más impresionantes de purificación a través de la perforación de la carne sea el ritual Kavadi, inscrito en la religión hinduista. Dos días antes de la celebración del festival sagrado, los fieles deben purificarse, y esto conlleva una dieta vegetariana, abstenerse del alcohol y el sexo y una mortificación de la carne que pasa por ciertas perforaciones en la lengua, las mejillas y otras partes del cuerpo. Algo parecido sucede en el sur de Thailandia, donde también existe un periodo de purificación ritual que cuenta con la abstención del consumo de productos de origen animal, además de perforaciones rituales para ahuyentar a los espíritus malignos que puedan contaminar a la comunidad.

Señal de pertenencia

Puede que esta sea la función primordial de la práctica ancestral de los piercings, más allá de los procesos de tránsito vital o los rituales religiosos. En casi todas las culturas, los individuos han querido plasmar sus estatus o identificarse con un colectivo en concreto; de hecho, sigue sucediendo hoy en día y, a veces, el piercing sigue siendo un buen vehículo para ello, incluso en la sociedad occidental.

En la India, las mujeres acabadas de casar se perforan el tabique nasal, indicando así su estado de fertilidad tras el matrimonio. Es el piercing conocido como nath, ya mencionado en los más antiguos textos védicos, e incluso en la Biblia, donde se narra que la esposa del hijo de Abraham recibe de este un nath como obsequio.

Los piercings y demás adornos corporales también pueden entrañar un significado de pertenencia a la tribu, es decir, a un colectivo concreto. Por ejemplo, los masai de África portan aros en las orejas, además de otros adornos, para plasmar su pertenencia a la tribu. Por otro lado, no debemos olvidar que este tipo de decoraciones corporales adscribían también al individuo a un estatus concreto dentro de su comunidad.

En conclusión, podemos afirmar que, a pesar de que en la actualidad (y, especialmente, en Occidente) el piercing haya pasado a ser un mero producto estético, en la antigüedad y en muchas comunidades actuales sigue siendo un símbolo importante, tanto de sus creencias como de su identidad.

Referencias bibliográficas

  • Eliade, M. (2000), Tratado de Historia de las Religiones, ed. Cristiandad
  • Los mayas nos heredaron tatuajes, piercings y expansiones, artículo publicado en sipse.com, noviembre de 2016
  • El piercing: origen, historia y significado, artículo de elpensante.com, agosto de 2015.
  • Rush, J.A. (2005), Spiritual tattoo: a cultural history of tattooing, piercing, scarification, branding, and implants, ed. Frog.
  • Weisberger, M., «Son como nosotros»: científicos revelan hallazgo pionero sobre piercings de la Edad de Piedra y quién los usaba, artículo publicado en CNN Arqueología, marzo de 2024.

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