Mientras se define la continuidad o no de la cuarentena en el país, que en principio tiene como fecha límite el 12 de abril, pero dependiendo de los casos que se notifiquen para coronavirus en la Argentina podría extenderse algunas semanas más, Misiones no se corre un centímetro de su esquema establecido desde que el gobernador Oscar Herrera Ahuad, decretó la Emergencia Sanitaria y Epidemiológica el pasado 11 de marzo. En ese marco, el regreso a las aulas es la preocupación de los padres y la planificación del resto del año con interrupción o no de las vacaciones de invierno. Todos esos interrogantes fueron respondidos por el ministro de Educación de la provincia de Misiones, Miguel Sedoff, aclarando que “todo dependerá del tiempo que se extienda la Emergencia en Misiones”.
Sedoff contó que están “trabajando en concordancia con lo que defina el comité de Emergencia que está liderado por el Gobernador de la Provincia y será una definición en conjunto, no será una decisión individual nuestra”, con relación al retorno a las aulas. Sin embargo, considera Sedoff que no se perdieron días de clases en la provincia a partir de la implementación de la herramienta tecnológica denominada Plataforma Guacurarí. “En dos semanas y media más de un millón y medio de visitas hablan a las claras de que se utiliza la Plataforma. Es una gran herramienta para la contingencia, pero obviamente eso no es suficiente, lo dijimos desde el inicio. Es la base de nuestra estrategia, pero se complementa con otras acciones que se llevan a cabo en aquellos lugares donde la conectividad es mala o no existe”.
El titular de la cartera educativa reconoció que “me han llegado las quejas de padres de que los hijos tienen demasiada tarea. Nuestra idea es que la emergencia es una situación de crisis para toda la sociedad, entonces no debemos agregar algún motivo más de angustia o preocupación a esta situación en la que estamos”. Explicó que “en este momento en el mundo, el 87% de todos los alumnos no van a clases según la Unesco, casi 850 millones de alumnos. Esta situación es inédita y requiere mucha calma, mucha reflexión. Tenemos que tener en cuenta no sólo el aprendizaje sino también el impacto que tiene la emergencia, entonces no podemos agregarle al impacto sanitario o económico o social, una exigencia desmedida desde el sistema educativo”.
En la misma línea, Sedoff dijo que “en algunos casos se intenta transferir la misma dinámica de la presencialidad a la no presencialidad y son dos mundos completamente diferentes. La no presencialidad implica una relación de 3 a 1 en tiempo por la presencialidad. Una clase presencial puede durar 40 minutos, pero una clase no presencial no puede durar más de 10 o 12 minutos. Esa es la proporción que tenemos que tener en cuenta y eso es lo que estamos tratando de transmitir, lo estamos trabajando con lo supervisores y con los directores de enseñanza”.
Consultado acerca de una posible suspensión de las vacaciones de invierno para reacomodar el calendario escolar, que fue interrumpido por la Emergencia, Sedoff expresó que “hasta ahora, por esta idea del sostenimiento del sistema educativo, no consideramos necesario el cambio de calendario escolar como está. Ni extender el calendario, ni extender las clases ni suspender el receso escolar de julio. Esto dependerá del tamaño de la emergencia y del tamaño de la suspensión de clases”.
También aclaró que “si bien es una resolución que tiene que tomar el Gobernador de la provincia, todo indica que las clases no se van a reiniciar la semana que viene. Si bien se va a salir gradualmente de la cuarentena, las clases de manera presencial no se van a reiniciar inmediatamente, por lo tanto, durante algunos días más, los chicos no van a ir a clases, no sabemos hasta cuándo”. Y explicó que “hasta ahora tuvimos tres semanas sin ir a clases. Tuvimos muchos feriados en el medio y tampoco iban a tener clases y ahora se viene Semana Santa, por lo tanto, tampoco iban a tener clases todos los días. Si bien fueron muchos días corridos, en el medio hubo feriados disimulados que en la cuarentena no nos dimos cuenta. Además, es el inicio del año donde las escuelas hacen el trabajo de diagnóstico y normalmente lleva un tiempo para arrancar el ritmo escolar”.