Según relataron los padres, el docente pedía que sus estudiantes se quiten los zapatos y posaran como «muertos» para tomarles fotos de los pies, rostros y ojos. Alertaron por posibles irregularidades en los allanamientos: un familiar del sospechoso retiró equipos y bolsos con pertenencias de su casa y con esto «pueden deshacerse pruebas», lamentó Aldo Perez, uno de los denunciantes
La comunidad educativa de la Escuela 617 de El Soberbio atraviesa horas de conmoción, luego de que un grupo de padres denunciara a un maestro por posibles conductas abusivas contra niños y niñas del séptimo grado. Según relataron, el docente identificado como Emanuel F. habría tomado fotografías en poses forzadas y bajo chantaje.
La situación cobró trascendencia el último fin de semana, después de que tres adultos radicaran la denuncia formal en la Comisaría de esa localidad, pero a medida que se sumaron voces, que habría confirmado que el docente tendría estas prácticas inusuales y abusivas con menores hace varios años. Lo que disparó las alertas fue el llamado de una madre del grado: “Vino desesperada a casa a contarnos que su hija llegó llorando y le dijo: ‘Mamá, pasó una vez más’. Ahí nos dimos cuenta de que esto no era nuevo”, contó Aldo Pérez, uno de los denunciantes, a El Territorio.
Las acusaciones apuntan a que el maestro pedía a los estudiantes quitarse calzados y medias, adoptar determinadas posturas -como «muertos»- y posar mientras él los fotografiaba. “Les pedía que se quiten ropa, que se pongan arriba de una mesa, que pongan los ojos en blanco como si estuvieran muertos y ahí les tomaba fotos. En un principio se hablaba de fotos de los pies, pero también había del rostro, de las manos, de los ojos. Por lo que esto nos daría indicios de que el tipo comercializaba esas imágenes”, sospechó Pérez.
El padre remarcó que el docente no solo actuaba bajo presión psicológica sino también con chantaje académico. “Él lo que hace es chantajear con la nota, con regalos y esas cuestiones. Y nos enteramos de que lo viene haciendo hace varios años”, denunció. Haber hecho público el caso motivó a que familias de ex alumnos de esa institución sumaran sus historias: así, hasta el mediodía de este lunes, Emanuel ya sumó un total de entre 10 y 12 denuncias en su contra.
Si bien la causa se encuentra en etapa inicial, los padres lamentaron que no hubo medidas judiciales contundentes y hasta se habría puesto en riesgo el resguardo de pruebas. “Nuestra preocupación es la falta de respuesta. Fuimos a la policía el viernes y recién se lo citó como acusado. Le sacaron un celular, pero una madre dijo que tenía varios. Lo acompañaron a su casa y él mismo entregó otro. Mientras tanto, el padre del maestro sacaba mochilas con material de la casa, por lo que hubo tiempo para deshacerse de pruebas”, criticó Pérez.
Presunta complicidad
Los padres cuestionan además a parte del personal docente de la escuela, que habría recibido alertas previas sin actuar. “Una mamá ya había advertido que este maestro se quedaba solo con los chicos para sacarles fotos, pero no hicieron nada. Ahora esa docente que sabía se victimiza, cuando en realidad no tomó recaudos. Eso nos hace suponer que podría estar involucrada, que tenía algo con este tipo”, acusó el denunciante.
En este contexto, y según contó a El Territorio, la directora de la escuela viajó a Posadas este lunes por la mañana para gestionar la separación del docente. Sin embargo, la incertidumbre persiste: “El tipo todavía anda libre, algunos padres ya se lo cruzaron. Nosotros mañana no vamos a mandar a los chicos a clases. Vamos a ir nosotros a la escuela”, anticipó Pérez.
Mientras avanza la investigación, a cargo del Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente con Ariel Belda Palomar como magistrado subrogante, se espera que en el correr de los días sean llamados a declarar demás padres y se tomen medidas contra el sospechoso.
Contener a las víctimas
La situación también afecta de lleno a los estudiantes. “Tratamos de que las niñas estén juntas, que no sientan tanto el ambiente raro en la casa, pero hay mucha tristeza. Muchas mamás lloran. Otros padres, en su momento, en lugar de denunciar cambiaron a sus hijos de escuela. Ahora, con la trascendencia del caso, esas familias también se animaron a hablar”, señaló Aldo.
Por estas horas, los padres esperan avances judiciales y evalúan la representación legal conjunta. “Si uno dice solo ‘le sacó fotos a los pies’ o ‘los hacía subirse a la mesa’ parece un juego. Pero si detallamos que el docente hacía posar a los chicos, que les pedía sacarse ropa, porque el calzado y las medias son prendas de ropa, y que estaban solos en la sala de informática, la acusación cobra otra gravedad. Eso puede llevar a que lo detengan”, anheló Pérez.
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