Demolieron la casa donde vivió Gustavo Cerati y realizaron un macabro hallazgo

Dia uno
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Obreros hallaron restos humanos durante una excavación en una casa del barrio de Coghlan que alquiló Gustavo Cerati entre 2001 y 2003. La vivienda había sido antes un geriátrico y una iglesia, y la justicia investiga la antigüedad de los huesos.

Un grupo de obreros encontró restos óseos humanos durante una excavación en una obra ubicada sobre la avenida Congreso al 3700, en el barrio porteño de Coghlan, donde antes vivía Gustavo Cerati.

El hallazgo se produjo el pasado 20 de mayo mientras avanzaban los trabajos en el predio donde antiguamente se erigía una casona con una rica historia: allí funcionaron una iglesia, un geriátrico y, años más tarde, fue el lugar de residencia del músico.

El hecho se conoció públicamente en las últimas horas, aunque la denuncia fue realizada el mismo día del descubrimiento.

Según informó la Policía de la Ciudad, los restos quedaron expuestos tras el desprendimiento de una porción de la medianera durante las tareas de excavación.

La intervención fue derivada a la Comisaría Vecinal 12C, que se hizo presente en el lugar junto con personal de la Policía Científica.

El inmueble, demolido recientemente para dar paso a una nueva construcción, pertenecía a la artista plástica Marina Olmi, quien lo compró hace más de treinta años junto a su entonces pareja.

Entre 2001 y 2003, la vivienda fue alquilada por Cerati mientras Olmi vivía en España. Durante esa etapa, también pasaron por la casa músicos como Hilda Lizarazu y Tito Losavio.

Antes de ser propiedad de Olmi, la casa había pertenecido a una mujer alemana llamada Olga Schuddekopf.

Según declaró la artista a medios televisivos, el predio contaba con una arquitectura particular —dos viviendas separadas, jardín, piscina y talleres— y una historia aún más compleja: habría sido anteriormente un geriátrico, y, mucho antes, una capilla religiosa y establo.

La existencia de una iglesia llamada “Santa María”, mencionada por vecinos y propietarios linderos, abrió la posibilidad de que los restos humanos pertenezcan a una época remota.

La causa quedó en manos de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 61, a cargo del fiscal Martín López Perrando, quien ordenó el levantamiento y análisis de los restos.

El procedimiento fue realizado el jueves 29 de mayo por agentes especializados, que también encontraron algunas pertenencias como relojes, aunque no se detalló su relación directa con los restos.

Las pericias forenses deberán ahora determinar la data y el contexto de los huesos hallados.

Si se comprueba que son de vieja data, el caso podría derivar en la Justicia Federal por tratarse de un hallazgo con implicancias históricas o religiosas.

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