Descubren que la infidelidad está ligada a un rasgo psicológico

Dia uno
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Una investigación muestra un rasgo psicológico asociado a la infidelidad en las relaciones.

La infidelidad es uno de los problemas más comunes y difíciles de enfrentar en las relaciones de pareja, con efectos profundos en la confianza y el bienestar de ambos miembros. A pesar de que socialmente se condena, la infidelidad es frecuente, y sus causas han sido objeto de numerosos estudios. Uno de los factores menos explorados hasta ahora es el papel del desenganche moral, un rasgo psicológico que permite justificar acciones que van en contra de los propios valores sin sentir culpa.

Recientemente, un estudio ha demostrado que el desenganche moral está vinculado con la propensión a cometer infidelidad y con niveles más bajos de satisfacción en la relación. Las personas con esta característica no solo son más propensas a engañar a sus parejas, sino que también tienden a desconfiar de ellas. Este descubrimiento arroja luz sobre cómo ciertos rasgos psicológicos y morales pueden influir en la estabilidad y calidad de las relaciones románticas.

¿Qué es el desenganche moral?

El desenganche moral, también denominado MD por sus siglas en inglés, es un concepto en psicología que describe la capacidad de algunas personas para justificar sus actos, aunque estos vayan en contra de sus propios valores o normas morales.

Esta habilidad permite que las personas actúen de forma contraria a sus principios sin sentir la culpa o el malestar que surgiría en condiciones normales. En otras palabras, el desenganche moral permite “desconectar” la acción de los principios internos, logrando así que las personas no se sientan responsables ni cuestionen sus decisiones, aunque estas sean socialmente reprochables.

El MD puede manifestarse en diversos aspectos de la vida diaria y cotidiana. Por ejemplo, alguien que se justifica por mentir en el trabajo podría racionalizarlo diciendo que “todo el mundo lo hace” o que “es necesario para tener éxito”. Este tipo de pensamiento permite que la persona se autoengañe y sienta que sus acciones no son tan reprochables.

De esta forma, el desenganche moral funciona como un mecanismo que protege la autoestima y el bienestar psicológico a corto plazo, aunque pueda comprometer la ética personal y las relaciones a largo plazo.

En el contexto de las relaciones de pareja, el MD puede llevar a que una persona justifique comportamientos que normalmente consideraría inmorales, tales como la infidelidad. Una persona que se compromete en actos que su propia moral condena, como engañar a su pareja, siempre que hablemos de una relación cerrada o con unos límites concretos, puede usar este mecanismo para reducir el sentimiento de culpa y racionalizar sus decisiones. Así, el MD no elimina las normas morales de una persona, sino que le permite desviarse de ellas sin que esto afecte significativamente su autoconcepto.

Comprender el MD es clave, ya que permite entender la forma en que algunas personas pueden engañar a sus parejas sin sentirse en conflicto interno. Este rasgo psicológico y moral ayuda a explicar, al menos en parte, la desconexión entre las creencias y las acciones en las relaciones románticas.

    La relación entre el desenganche moral y la infidelidad

    Un estudio llevado a cabo por Aignesberger y Greitemeyer exploró la forma en que el desenganche moral puede influir en la satisfacción de pareja, en la percepción de infidelidad y en la propensión por llevar a cabo una infidelidad. Para realizarlo, analizaron a 236 parejas (tanto en relaciones de noviazgo como en matrimonios) para entender cómo el MD se manifiesta en ambos miembros de la pareja y cómo esto afecta la relación en conjunto.

    Los investigadores utilizaron el modelo Actor-Partner Interdependence Model (APIM), que permite examinar cómo las características de una persona (en este caso, sus niveles de MD) no solo influyen en su propio comportamiento y satisfacción, sino también en los de su pareja. Esta metodología es útil para entender los efectos mutuos dentro de una relación, evaluando cómo el MD de cada persona se relaciona tanto con su propia satisfacción como con la de su pareja.

    Para medir el MD, se aplicaron cuestionarios diseñados específicamente para identificar la tendencia de cada participante a justificar comportamientos que pudieran ser percibidos como inmorales. También se evaluó la satisfacción de pareja y se indagó sobre qué comportamientos cada persona consideraba como infidelidad, además de preguntar si habían cometido algún tipo de infidelidad auto-definida (es decir, comportamientos que la persona misma considera infidelidad).

    Uno de los hallazgos clave fue que los niveles de MD estaban correlacionados entre ambos miembros de la pareja. Las personas con alto MD tendían a tener parejas con actitudes similares, lo que sugiere que el MD podría influir en la elección de pareja. Además, el estudio mostró que los altos niveles de MD estaban asociados con una menor satisfacción en la relación y con una mayor probabilidad de cometer infidelidad según la propia definición de cada individuo, así como con mayores sospechas de infidelidad en su pareja.

      Principales efectos en las relaciones de pareja

      Los hallazgos de este estudio revelan información significativa sobre cómo el desenganche moral (MD) afecta las relaciones de pareja, particularmente en relación con la satisfacción en la relación y la infidelidad. Vamos a hacer un repaso por algunos de los resultados principales:

      1. MD y satisfacción

      Uno de los resultados más destacados es que las personas con altos niveles de MD tienden a experimentar una menor satisfacción en su relación. Esto significa que, al justificar acciones que contradicen sus valores personales, las personas pueden debilitar la conexión emocional con su pareja, lo cual repercute en el bienestar de la relación. Además, el estudio encontró que este efecto es mutuo: no solo el MD de una persona afecta su propia satisfacción, sino también la de su pareja.

      2. Consideración de infidelidad

      Otro hallazgo importante es que el MD no parece modificar lo que las personas consideran como infidelidad. En otras palabras, la idea de qué constituye una traición o un engaño en la pareja sigue siendo la misma tanto para personas con alto como con bajo MD.

      Sin embargo, quienes presentan altos niveles de desenganche moral son más propensos a involucrarse en lo que consideran como infidelidad. Esto implica que, aunque reconocen que sus acciones podrían violar su compromiso moral, justifican sus actos de manera que minimizan la culpa y les permiten mantener una autoimagen aceptable.

      3. Tendencia a la sospecha

      Además, el estudio mostró que las personas con alto MD tienen una mayor tendencia a sospechar que sus parejas podrían engañarlas. Este hallazgo es interesante, ya que sugiere que el desenganche moral no solo influye en el comportamiento propio, sino también en la percepción de las intenciones de la pareja. Es posible que, al justificar sus propias acciones moralmente cuestionables, estas personas proyecten en su pareja el mismo tipo de comportamientos, lo que genera desconfianza y puede alimentar conflictos en la relación.

      4. Desconexión moralidad y acciones

      Este patrón de comportamiento sugiere una desconexión entre las creencias morales y las acciones. Las personas con alto MD no necesariamente niegan que están actuando en contra de sus principios, sino que eligen no seguirlos cuando les resulta conveniente. Así, el desenganche moral actúa como una especie de “apagador moral”, permitiendo a los individuos distanciarse de sus propios valores y normas cuando es beneficioso para sus intereses personales.

      Implicaciones y relevancia

      Los resultados de este estudio sobre el desenganche moral tiene importantes implicaciones para comprender la dinámica en las relaciones de pareja. Saber que este rasgo está vinculado con la infidelidad y la insatisfacción en la relación permite explorar nuevas maneras de abordar los conflictos y mejorar la comunicación entre parejas.

      El MD, al facilitar la justificación de acciones que violan los propios principios, podría ser una barrera para establecer relaciones profundas y satisfactorias, ya que rompe la confianza y permite que cada miembro actúe en función de sus intereses sin sentir culpa.

      Desde una perspectiva terapéutica, estos hallazgos sugieren que trabajar en el autoconocimiento y en la alienación entre creencias y acciones podría ser clave para mejorar la salud de las relaciones. En terapia de pareja, explorar la forma en que cada individuo justifica o minimiza sus comportamientos moralmente cuestionables puede ayudar a reducir la desconfianza y fortalecer el compromiso mutuo.

      Además, estos resultados también pueden servir para educar sobre la importancia de la coherencia entre los valores personales y el comportamiento, especialmente en temas de fidelidad y honestidad en las relaciones. El MD muestra cómo ciertos rasgos psicológicos pueden poner en riesgo la estabilidad de una relación y, al identificarlos, las parejas y profesionales de la salud mental pueden trabajar para construir vínculos más sólidos y conscientes. La investigación aporta así una valiosa herramienta para ayudar a entender y prevenir problemas en la convivencia y en la confianza mutua.

      En definitiva, el desenganche moral emerge como un factor relevante en las relaciones de pareja, ligado a una mayor predisposición a la infidelidad y a menores niveles de satisfacción. Las personas con alto MD tienden a justificar sus acciones inmorales, distanciándose de sus principios sin experimentar culpa. Este rasgo no solo afecta su propio bienestar en la relación, sino también la confianza y satisfacción de su pareja. Los hallazgos subrayan la importancia de trabajar en la coherencia entre valores y comportamientos en terapia de pareja, promoviendo una relación más sólida, honesta y menos vulnerable a conflictos derivados de la desconfianza.

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